REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
CORTE DE APELACIONES SALA 1
REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
PODER JUDICIAL
CIRCUITO JUDICIAL PENAL DEL ESTADO ZULIA
SALA PRIMERA
Actuando en Sede Constitucional
Maracaibo, 14 de julio de 2022
211º y 163º
ASUNTO PRINCIPAL: 13C-26823-22
ASUNTO : VP03-O-2022-000012
DECISIÓN Nº 146-22
PONENCIA DE LA JUEZA DE APELACIONES MAURELYS VILCHEZ PRIETO
Fueron recibidas las presentes actuaciones, en virtud de la acción de amparo constitucional, interpuesta en fecha 08 de julio de 2022, por ante la Unidad de Recepción y Distribución de Documentos del Departamento de Alguacilazgo, por la profesional del derecho GLORIBEL GARCÍA, Defensora Pública Vigésima Cuarta (24) Penal Ordinario en Fase de Proceso, adscrita a la Unidad de la Defensa Pública del estado Zulia, alegando actuar en su carácter de defensora de la ciudadana YAHANINE DE LOS ÁNGELES VIELMA OVALLE, la cual se encuentra fundamentada en los artículos 27, 44 y 49 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y 38 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales.
Este Tribunal de Alzada, actuando en Sede Constitucional, conforme lo establece la ley especial que rige la materia, y adoptando el criterio reiterado y vinculante del Máximo Tribunal de la República, en Sala Constitucional en fechas 20-01-2000, 01-02-2000 y 09-11-2001, según sentencias Nros. 01-00, 0010-00 y 2198-01, respectivamente, pasa a revisar de seguidas, la competencia y los requisitos de admisibilidad de la precitada acción de amparo constitucional, y en tal sentido observa:
I
DE LA COMPETENCIA
En primer lugar, debe esta Sala determinar su competencia para conocer de la presente acción de amparo constitucional, y a tal efecto puntualiza:
Mediante sentencia N° 1/2000 del 20 de enero de 2000, el Tribunal Supremo de Justicia, en Sala Constitucional, determinó los criterios de competencia en materia de amparo constitucional, a la luz de lo dispuesto en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, por ello, nuestra legislación venezolana establece la procedencia de la acción de amparo contra decisiones que han sido dictadas por órganos judiciales, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 4 de la Ley Orgánica de Amparo Sobre Derechos y Garantías Constitucionales, en el cual se establece “...cuando un Tribunal de la República, actuando fuera de su competencia, dicte una resolución o sentencia u ordene un acto que lesione un derecho constitucional…”, refiriendo igualmente en dicha norma la competencia del órgano jurisdiccional llamado a resolver la acción, cuando expresa: “…En estos casos, la acción de amparo debe interponerse por ante un tribunal superior al que emitió el pronunciamiento, quien decidirá en forma breve, sumaria y efectiva”.
Por su parte, el artículo 5 de la Ley Orgánica de Amparo Sobre Derechos y Garantías Constitucionales, estipula la procedencia de la acción de amparo contra las presuntas conductas omisivas por parte de los órganos judiciales, al establecer: “La acción de amparo procede contra todo acto administrativo; actuaciones materiales, vías de hecho, abstenciones, u omisiones que violen o amenacen violar un derecho o una garantía constitucionales, cuando no exista un medio procesal breve, sumario y eficaz acorde con la protección constitucional…”. Resultando competente para dilucidar tales conductas omisivas, el Tribunal Superior, a aquel que presuntamente lesionó algún derecho constitucional, tal como lo expresa el mencionado artículo 4 de la Ley Orgánica de Amparo Sobre Derechos y Garantías Constitucionales.
Por lo que coligen, quienes aquí deciden, luego del estudio del escrito contentivo de la acción de amparo constitucional, que la misma fue interpuesta contra la presunta conducta omisiva llevada a cabo por el Juzgado Décimo Tercero de Primera Instancia en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del estado Zulia, en el asunto N° 13C-26823-22; por lo que la tutela constitucional va dirigida en contra del órgano jurisdiccional mencionado, situación que conlleva a concluir que este Tribunal Colegiado es competente para conocer de la presente acción de amparo constitucional, de conformidad con la normativa precedentemente citada. ASÍ SE DECLARA.
II
DE LA ACCIÓN DE AMPARO
Alegó la accionante, que en fecha 30 de mayo de 2022, la ciudadana YAHANINE DE LOS ÁNGELES VIELMA OVALLE, fue puesta a disposición del Tribunal Décimo Tercero de Primera Instancia en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del estado Zulia, por el delito de TRÁFICO ILÍCITO DE SUSTANCIAS ESTUPEFACIENTES Y PSICOTRÓPICAS, acordando en esa oportunidad las medidas cautelares establecidas en el artículo 242 del Código Orgánico Procesal Penal, numerales 3 y 8.
Indicó, quien ejerció la tutela constitucional, que en fecha 03 de junio de 2022, se introdujo ante el Juzgado de Primera Instancia, escrito de caución juratoria, en razón que su defendida posee escasos recursos económicos y reside en una comunidad muy humilde, donde los familiares y vecinos están dedicados al comercio informal y no reúnen las condiciones necesarias para constituir la fianza.
Alegó la profesional del derecho, que una vez revisada la causa, en dicho Juzgado se evidenció la negativa de la solicitud realizada, y es cuando en fecha 27 de junio de 2022, se ratificó mediante escrito la solicitud de caución juratoria y hasta la fecha que no habido pronunciamiento por parte del Tribunal de Primera Instancia.
Esgrimió la Defensora Pública, que actuando conforme a lo dispuesto en los artículos 27 y 44 numeral 1 de la Carta Magna, 38 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, 439 numeral 5 del Código Orgánico Procesal Penal (sic), acude a la Alzada, a solicitar amparo constitucional a favor de la ciudadana YAHANINE DE LOS ÁNGELES VIELMA OVALLE, a quien se le está cercenado su derecho constitucional a la libertad, amparada en el artículo 44 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, toda vez que el Tribunal Décimo Tercero de Primera Instancia en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del estado Zulia, no ha aclarado la situación jurídica de su representado, violentado el citado artículo 44, 1 de la Carta Magna, así como el artículo 49 ejusdem.
En el aparte denominado “PETITORIO” solicitó, quien presentó la tutela constitucional, sea declarada con lugar, y se ordene la caución juratoria, tomando en cuenta que la ciudadana YAHANINE DE LOS ÁNGELES VIELMA OVALLE, ha manifestado su disposición y promesa de someterse al proceso, no obstaculizar la investigación y abstenerse de cometer nuevos delitos, así como cumplir con las obligaciones que puedan imponerse.
Denunció la Defensora Pública la violación de los artículos 44 y 49 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en virtud de lo cual el procedimiento que se ha seguido en contra de su representada ha violado todas y cada una de las garantías referentes al debido proceso, y así debe ser declarado conjuntamente con la declaratoria con lugar del presente recurso de habeas corpus (sic).
Finalizó su escrito la accionante refiriendo que no existe algún mecanismo ordinario u extraordinario pendiente o en curso que pueda catalogarse como más efectivo que la presente solicitud, tomando en cuenta además, que el Tribunal presuntamente agraviante está violentado los derechos constitucionales y legales de su representada.
III
PUNTO PREVIO
Este Órgano Colegiado, observa que la abogada GLORIBEL GARCIA, Defensora Pública Vigésima Cuarta (24) Penal Ordinario en Fase de Proceso, adscrita a la Unidad de la Defensa Pública del estado Zulia, en su carácter de defensora de la ciudadana YAHANINE DE LOS ÁNGELES VIELMA OVALLE, en su tutela constitucional solicitó la declaratoria con lugar del “recurso de habeas corpus”, por la presunta vulneración del derecho a la libertad de su representada, en este sentido, se precisa que tal circunstancia obligaría, a que el tratamiento a otorgar en la presente acción de amparo, obedezca a las normas que regulan el amparo contra la libertad personal, que conforme a lo previsto en el artículo 67 del Código Orgánico Procesal Penal, le correspondería a un Tribunal en Funciones de Control, puesto que dicha norma establece que:
“Artículo 67. Competencias Comunes. Son competencias comunes a los Tribunales de Primera Instancia Municipal en funciones de control y de los Tribunales de Primera Instancia Estadal en funciones de control (…omissis…) la acción de amparo a la libertad y seguridad personal, salvo cuando el presunto agraviante sea un tribunal de la misma instancia, caso en el cual el tribunal competente será el superior jerárquico” (El Subrayado es de esta Sala de Alzada).
De la norma transcrita supra, se determina que en la Jurisdicción Penal, para el conocimiento de la acción extraordinaria de amparo constitucional, cuando se refiera al derecho a la libertad o a la garantía de la seguridad personal, el órgano jurisdiccional que ostenta la competencia, es el Tribunal de Primera Instancia en Funciones de Control.
Ahora bien, se observa del escrito contentivo de la presente acción, que la misma fue incoada, contra la presunta conducta omisiva por parte del Juzgado Décimo Tercero de Primera Instancia Estadal en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del estado Zulia, por cuanto no ha emitido un fallo que resuelva la petición de caución juratoria a favor de la ciudadana YAHANINE DE LOS ANGELES VIELMA OVALLE, por ello en la función revisora del derecho, desplegada por la Alzada, se observa que se trata de un amparo contra una omisión de pronunciamiento y no de un Habeas Corpus, como lo indicó la accionante.
Bajo esta óptica, es preciso reiterar entonces, que en la legislación venezolana se establece la procedencia de la Acción de Amparo Constitucional, contra decisiones que han sido dictadas por órganos judiciales, estableciéndose en el artículo 4 de la Ley Orgánica de Amparo Sobre Derechos y Garantías Constitucionales que: “...cuando un Tribunal de la República, actuando fuera de su competencia, dicte una resolución o sentencia u ordene un acto que lesione un derecho constitucional De la misma forma, prevé además la interposición de una acción de amparo constitucional, por omisión de pronunciamiento, al plasmarse en el artículo 2 de la mencionada ley especial, que: “La acción de amparo procede contra cualquier hecho, acto u omisión…”.
Ahora bien, esta Sala ejerce en Segunda Instancia, la competencia para el conocimiento de los asuntos tramitados por ante los Tribunales de Primera Instancia en Materia Penal Ordinario del Circuito Judicial Penal del estado Zulia, por ello en virtud de los parámetros anteriormente establecidos, quienes aquí deciden, actuando en Sede Constitucional, están facultados para conocer de las Acciones de Amparo, interpuestas en contra de las decisiones y omisiones de pronunciamiento de los mencionados Tribunales de Primera Instancia, y en este caso, se denuncia la presunta conducta omisiva del Juzgado Décimo Tercero de Primera Instancia en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del estado Zulia, motivo por el cual, esta Corte de Apelaciones actuando en total congruencia con lo reseñado ut supra, se declara competente para conocer de la presente Acción de Amparo Constitucional, tal como se indicó anteriormente, y a la par, le explica a la accionante, mediante este punto previo, que su acción no versa sobre un habeas corpus, sino sobre una acción autónoma de amparo. ASÍ SE DECLARA.
IV
DE LA ADMISIBILIDAD O NO DE LA ACCIÓN DE AMPARO INCOADA
Esta Sala Primera de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, una vez recibida la presente solicitud de amparo constitucional en fecha 08 de julio de 2022, antes de declarar su admisibilidad o no, y en virtud de haber observado que la accionante no aportaba los datos concernientes a la identificación del poder conferido para ejercer la tutela constitucional, conforme a lo pautado en el ordinal 1° del artículo 18 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, ordenó en la misma fecha, a tenor de lo dispuesto en el artículo 19 ejusdem, notificar a la accionante, a los fines de que corrigiera la omisión anotada, dentro de las 48 horas siguientes a su notificación.
Posteriormente en fecha 12 de julio de 2022, la accionante se da por notificada procediendo a presentar escrito, con el cual pretende subsanar la omisión explanada.
Así se tiene que la abogada GLORIBEL GARCÍA, Defensora Pública Vigésima Cuarta (24) Penal Ordinario en Fase de Proceso, adscrita a la Unidad de la Defensa Pública del estado Zulia, indicó en su escrito de subsanación lo siguiente:
“…esta representante de la Unidad de la Defensa Pública recibe boleta de notificación en fecha 12/07/22 informando la ausencia de acompañamiento de designación a la representada de las actas, por lo que esta Sala solicita corregir dicha omisión.
En virtud de lo anterior, esta Defensa haciendo valer los Derechos Fundamentales (sic) de la procesada YAHANINE DE LOS ANGELES VIELVA OVALLE; manifiesta según lo expresado en Sentencia de la Sala Constitucional de fecha 28/05/2021, N° 213 que establece: “En el proceso penal, el instrumento-poder o mandato no es el único mecanismo idóneo para demostrar la representación de la persona agraviada, toda vez que tal carácter puede ser acreditado mediante cualquier otro documento distinto siempre y cuando en el mismo conste la voluntad del imputado de ser asistido o representado por un abogado de confianza.”
Ahora bien, en cuanto a la Sentencia (sic) anteriormente explanada esta Defensa exponer como medio probatorio para demostrar la designación o representación de la Defensoría Pública Décima Novena (19), adscrita a la Unidad de la Defensa Pública como la Defensora Natural de la procesada, boleta de notificación emanada del Juzgado Décimo Tercer (sic) (13°) de Primera Instancia en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, informando sobre la negativa de la segunda solicitud de Caución Juratoria (sic) a favor de la procesada, evidenciándose de esta forma la cualidad de Defensora de la ciudadana anteriormente descrita”. (El destacado es de este Cuerpo Colegiado).
Una vez analizados los argumentos expuestos en el escrito de subsanación, este Órgano Colegiado, estima pertinente realizar los siguientes pronunciamientos:
La corrección de la solicitud de tutela constitucional, busca que se encuentren cumplidos los requisitos legales que permitan la tramitación de la acción extraordinaria y autónoma de amparo constitucional, por lo que el hecho de no estar satisfechas tales exigencias impide la continuación del proceso, cuya implicación directa en el orden procesal lo estatuye como de orden público, y en tal sentido la tutela deviene inadmisible, de conformidad con el artículo 19 de la Ley Orgánica de Amparo Sobre Derechos y Garantías Constitucionales, el cual establece:
“Artículo 19. Si la solicitud fuere oscura o no llenare los requisitos exigidos anteriormente especificados, se notificará al solicitante del amparo para que corrija el defecto u omisión dentro del lapso de cuarenta y ocho horas siguientes a la correspondiente notificación. Si no lo hiciere, la acción de amparo será declarada inadmisible.” (El subrayado es de la Sala).
Del contenido del artículo antes mencionado se concluye que por disposición expresa de la ley, para el caso de que el o la accionante no subsane el defecto u omisión establecidos en el artículo 18 de la Ley especial, la acción de amparo debe ser declarada INADMISIBLE.
Desprendiéndose de la revisión que esta Alzada realizó al escrito consignado por la Defensa Pública, con la finalidad de declarar la admisión o no de la tutela constitucional, constataron que la subsanación requerida, resultó insuficiente, pues no anexó actuación alguna de la cual se verifique que la voluntad de la ciudadana YAHANINE DE LOS ANGELES VIELVA OVALLE, de ser representada o asistida por quien se subroga tal cualidad, para que defendiera y representara sus derechos, ni consta el soporte idóneo, para acreditar la cualidad de defensa, esto es, la aceptación de la Defensora Pública como representante de la procesada de autos, pues lo que se anexó fue una boleta de notificación dirigida a la Defensora Pública Décima Novena (19) adscrita a la Unidad de la Defensa Pública del estado Zulia, que emitió el Juzgado Décimo Tercero de Primera Instancia en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del estado Zulia, en el asunto principal seguido a la procesada de autos, lo cual no da certeza para determinar la legitimidad en la acción autónoma de amparo propuesta por la accionante.
En tal sentido, es necesario traer a colación el criterio sostenido por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en sentencia N° 2545 de fecha 15 de octubre de 2002, con ponencia del Magistrado Antonio García García en la cual respecto a la legitimación para proponer la acción de amparo, se dejó establecido que:
“En tal sentido, es oportuno señalar el criterio sostenido por esta Sala en sentencia del 15 de Marzo de 2000 (caso: Paúl Hariolon Schomos), al disponer:
“Desde la perspectiva de la acción de amparo, la legitimación para proponerla la tienen la persona directamente afectada por la vulneración de derechos o garantías constitucionales. Otra cosa no puede deducirse del artículo 1° de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, cuando expresa que el propósito del amparo es “…que se restablezca inmediatamente la situación jurídica infringida o la situación que más se asemeje a ella…”. Lo cual sólo interesa, necesariamente, a quien ha sido afectado por los eventos que han causado la violación”.
Igualmente, con relación a la falta de legitimación para el ejercicio de la acción de amparo constitucional, esta Sala en sentencia del 06 de Febrero de 2001 (caso: Oficina González Laya, C.A. y otros), estableció:
“… estima esta Sala, en cuanto a lo que atañe a la naturaleza jurídica del juicio de amparo, y a su teleología, que la falta de legitimación debe ser considerada como una causal de inadmisibilidad que afecta el ejercicio de la acción, pudiendo ser declarada de oficio in limine litis por el sentenciador, con la finalidad de evitar el dispendio de actividad jurisdiccional, lo cual se encuentra en consonancia con el fin último de la institución del amparo constitucional y con los preceptos generales que orientan su concepción, como son la celeridad, la economía procesal y la urgencia, a fin de evitar dilaciones inútiles”.
La legitimación activa en una acción de amparo la tienen, en principio, quienes hayan sido directamente afectados en sus derechos constitucionales, y no quienes tengan un simple interés en que la misma sea procedente, como sería el caso, por razones de parentesco, de los ascendientes de los imputados. Sin embargo, excepcionalmente, cuando se trata de un amparo a la libertad o seguridad personal (habeas corpus), la legitimación activa deja de ser determinada por la afectación directa para ser extendida a cualquier persona, conforme lo dispone el artículo 27 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y el artículo 41 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, razón por la cual, dicha acción de amparo puede ser interpuesta por cualquiera… (Omissis)”. (Las negrillas son de la Sala).
Igualmente en sentencia de de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia de fecha 30 de Enero de 2003, con ponencia del Magistrado Pedro Rafael Rondón Haaz, se indicó con respecto a la legitimidad en la acción de amparo, lo siguiente:
“(Omissis)… La circunstancia que antecede impide a esta Sala tener la indispensable certeza acerca de la voluntad de quien se señala como parte actora, tanto en lo que concierne a la representación de quien funge como su apoderado, como en lo que toca al ejercicio mismo de la demanda. En particular, la incertidumbre acerca de la voluntad del presunto agraviado impide a la Sala formarse criterio acerca de la presente demanda, visto que no se sabe a ciencia cierta si cabe atribuir al presunto agraviado los dichos de quien funge como su representante. Por otra parte, yerra la Abogada (…) al sostener que se trata del mismo juicio para el cual se le otorgó el poder (…), no de otro distinto, en una instancia extraordinaria como es la de la Sala Constitucional. El juicio de amparo, es muy por el contrario, un proceso distinto del ordinario en el que se produce la sentencia impugnada, en el que deben ventilarse, exclusivamente violaciones a derechos fundamentales y no, en tercera instancia, el mismo asunto decido por los Tribunales de instancia. También debe ser apuntado que la representación sin poder por la parte actora sólo la pueden asumir: “El heredero por su coheredero, en las causas originadas por la herencia, y el comunero por su condueño, en lo relativo a la comunidad”, según lo dispuesto en el artículo 168 del Código de Procedimiento Civil… (Omissis)”. (Las negrillas son de la Sala).
Nuestro Máximo Tribunal, en Sala Constitucional, en sentencia de fecha 30 de Mayo de 2008, cuya ponencia estuvo a cargo del Magistrado Francisco Carrasquero López, en la cual se explanó lo siguiente:
“…Ahora bien, analizados los hechos que rodean el presente caso, a la luz de las consideraciones antes expuestas, se considera que no es acertado el criterio que ha empleado la Sala n° 2 de la Corte de Apelaciones antes mencionada, para sustentar su declaratoria de inadmisibilidad de la presente acción de amparo. El fundamento de ello descansa en que, tal como se indicó anteriormente, en el proceso penal el instrumento poder -o mandato- no es el único mecanismo para efectuar válidamente el nombramiento del abogado defensor, ya que dicho nombramiento también puede llevarse a cabo mediante cualquier otro documento distinto al instrumento poder, siempre y cuando en dicho documento se acredite la voluntad del encartado de ser asistido por un abogado de confianza, ello por las razones expuestas supra.
De la revisión de las actas que conforman el presente expediente, se desprende que el ciudadano Edwin Daniel Hernández designó formalmente y por escrito como sus defensores técnicos, a los abogados José Alejandro Rivero Rivero y Oscar Triana (folio 170 del anexo), siendo que el acto formal de juramentación fue realizado el 13 de junio de 2007 ante el Juzgado Segundo de Primera Instancia en Función de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Carabobo, extensión Puerto Cabello.
Ahora bien, de la lectura de dicha designación escrita se evidencia claramente que el referido encartado manifestó expresamente su voluntad de que su defensa técnica en el proceso penal instaurado contra él, fuera desplegada por los abogados antes mencionados, de allí que, en atención al criterio jurisprudencial antes expuesto, tal documento, si bien no constituye un documento poder que reúna las formalidades de los artículos 151 y siguientes del Código de Procedimiento Civil, no es menos cierto que sí es un medio que le confiere plena validez al nombramiento de los abogados José Alejandro Rivero Rivero y Oscar Triana en ese proceso, por lo cual, resulta innegable que éstos tenían la facultad para ejercer la acción de amparo constitucional contra lo decidido en la audiencia preliminar celebrada el 20 de septiembre de 2007, por el juzgado de control antes mencionado, y así se declara.
Siendo así, en el caso de autos, la Sala n° 2 de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Carabobo, contaba con sobradas razones para avalar la legitimidad que posee la parte actora, para ejercer el amparo contra la decisión dictada el 20 de septiembre de 2007 por el Juzgado Segundo de Primera Instancia en Función de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Carabobo, extensión Puerto Cabello, y por lo tanto, considera esta Sala que dicha Corte de Apelaciones, al declarar la inadmisibilidad de la mencionada solicitud de tutela constitucional, con base en el motivo por ella invocado –la supuesta falta de legitimidad de la parte actora-, vulneró el derecho de acceso a la jurisdicción del ciudadano Edwin Daniel Hernández y, por vía de consecuencia, el derecho a la tutela judicial efectiva, ya que le ha coartado ilegítimamente a dicho ciudadano el derecho de acceder al proceso de amparo, por una errada interpretación de la normativa legal vigente…”. (Las negrillas y el subrayado son de este Cuerpo Colegiado).
La misma Sala, en decisión N° 1533, de fecha 09 de Noviembre de 2009, cuya ponencia estuvo a cargo del Magistrado Arcadio Delgado Rosales, se señaló:
“…Ahora bien, aun cuando de la lectura del escrito contentivo de la pretensión de amparo constitucional se puede observar que el accionante adujo que el presunto agraviante era el Juez Vigésimo Noveno de Control del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, “CIUDADANO: ALBERTO JOSÉ ROSSI PALENCIA”, e igualmente señaló los derechos constitucionales presuntamente lesionados -defensa, debido proceso y tutela judicial efectiva-, esta Sala observa, previa revisión de las actas procesales que conforman el expediente, que no consta en autos en forma alguna el carácter de defensor privado del accionante con el que arguye actuar el abogado Elio Rangel Trocell, pues éste sólo señala, en todo momento, que su condición de defensor privado del quejoso consta “en las actas procesales que componen el expediente signado con el No. 29C-11.723-2008, nomenclatura del Tribunal Vigésimo Noveno de Control del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas” (negritas del escrito de amparo).
En este sentido estima menester esta Sala reiterar, en el presente caso, su jurisprudencia constante respecto de la necesidad ineludible de acreditar en autos el carácter de defensor privado o de apoderado judicial con el que se afirma actuar en juicio. En efecto, mediante la decisión No. 473 del 29 de abril de 2009 (caso: “Desireé Maliut Matute Panacual”), ratificada en la decisión No. 785 del 12 de junio de 2009 (caso: “Francisco Javier Noguera y otros”), esta Sala estableció lo siguiente:
“No en vano debe recordarse que, para formular una pretensión o actuar en juicio ante el órgano jurisdiccional, es preciso estar asistido de abogado o nombrar un apoderado judicial que lo represente, para garantizar la cabal defensa jurídica de las partes ante el órgano judicial”.
Es por ello que, en el caso de autos el presunto apoderado judicial debe demostrar el carácter con el cual actúa mediante la identificación del instrumento poder que le fue otorgado por la parte y su consignación en autos, con el fin de probar dicha representación -ello aplica a la representación del demandado o del tercero interesado cuando interviene en el procedimiento de amparo- y en casos de omisión de este requerimiento, la Sala ha considerado que la falta de consignación del poder para acreditar la representación da lugar a la inadmisibilidad de la pretensión, por cuanto la consignación de dicho documento demostrativo de la representación judicial, como elemento de prueba, es una carga exclusiva de las partes que no puede ser suplida por el juez constitucional y cuya omisión produce la preclusión de la oportunidad y da lugar a la inadmisibilidad de la pretensión propuesta (Vid. Sentencia N° 1.092 del 8 de julio de 2008, caso: ‘Panadería y Pastelería La Rival, C.A.’), en atención a lo previsto en el artículo 19 aparte quinto de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia, aplicable al procedimiento de amparo por remisión del artículo 48 de la ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales.
En el presente caso observa la Sala que, ni conjuntamente con el escrito de amparo constitucional, ni con ocasión de la apelación ejercida, ni en ninguna oportunidad procesal, el abogado Elio Omar Rangel Trocell consignó copia certificada del acta en la que se evidencie su designación, aceptación y juramentación, conforme lo prevé el artículo 139 del Código Orgánico Procesal Penal; tampoco observa la Sala que conste en autos instrumento poder alguno que acredite su representación y lo autorice para actuar en la causa como defensor privado del accionante, no resultando válida su argumentación relativa a que el carácter de defensor privado con el cual actúa consta en “las actas procesales que componen el expediente” contentivo del juicio penal, pues el amparo constitucional constituye un juicio distinto e independiente del juicio principal.
Ahora bien, en materia de amparo constitucional, la Sala ha establecido que la legitimación activa corresponde a quien se afirme agraviado en sus derechos constitucionales; y en el caso sub júdice el supuesto agraviado no otorgó, conforme lo prescribe la normal penal adjetiva, un mandato que permitiera al profesional del derecho, el empleo de medios idóneos para su supuesta defensa.
Así las cosas, el artículo 19 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia, aplicable al procedimiento de amparo de conformidad con lo previsto en el artículo 48 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, prevé la falta de representación como una causal de inadmisibilidad, en los siguientes términos (omissis)”.
De tal modo, de conformidad con la citada jurisprudencia, esta Sala estima que la apelación ejercida por el abogado Elio Rangel Trocell, “actuando en [ese] acto como acciónate (sic), resulta inadmisible, por lo que la mencionada Corte de Apelaciones no debió oír dicha apelación sino declarar su inadmisibilidad. Así las cosas, al no constatar la existencia en autos de la copia certificada del acta de juramentación y aceptación del referido abogado como defensor privado del accionante ni de algún instrumento poder que acredite su representación, el mismo no tiene capacidad procesal para interponer el recurso de apelación que nos ocupa, por lo cual esta Sala declara inadmisible la apelación interpuesta por el mencionado abogado y, en consecuencia, se anula el auto mediante el cual se oyó la apelación y se declara firme la sentencia dictada por la Sala No. 5 de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas el 25 de marzo de 2009, mediante la cual declaró inadmisible el amparo constitucional ejercido por el supuesto defensor del ciudadano Mario José Ocando Izquierdo. Así se decide”. (Las negrillas y el subrayado son de este Órgano Colegiado).
Por lo que al ajustar los criterios jurisprudenciales anteriormente esbozados al caso de autos, puede colegirse que la Defensora Pública, para acreditar su legitimidad y así cumplir con el contenido del artículo 18.1 de la Ley Orgánica Sobre Derechos y Garantías Constitucionales, debió consignar en actas, el soporte que indique su aceptación como defensa de la procesada, el cual es suficiente para demostrar su capacidad procesal para interponer la tutela constitucional que se ventila ante esta Sala de Alzada.
Respecto a la legitimidad para actuar en la acción de amparo constitucional, resulta preciso indicar, que en el caso bajo estudio, el requisito establecido en el artículo 18 numeral 1 de la Ley Orgánica de Amparo Sobre Derechos y Garantías Constitucionales, relativo a la representación por medio de poder conferido, no fue satisfecho, pues no fue consignado por la accionante el soporte idóneo, del cual se desprenda o se acredite que la ciudadana YAHANINE DE LOS ANGELES VIELVA OVALLE, se encuentra representada por la abogada GLORIBEL GARCÍA, Defensora Pública Vigésima Cuarta (24) Penal Ordinario en Fase de Proceso, adscrita a la Unidad de la Defensa Pública del estado Zulia, o por alguna otra integrante de la Defensa Pública, con la que la mencionada abogada actúa en colaboración, es decir, no consta en la actas que integran la causa, evidencia alguna de la cual se desprenda la voluntad expresa de la citada procesada en relación a su pretensión de ser representada o asistida en el presente asunto por la citada profesional del derecho, por lo cual es indiscutible que al momento de la interposición de la presente acción de amparo, actuó la abogada GLORIBEL GARCÍA, Defensora Pública Vigésima Cuarta (24) Penal Ordinario en Fase de Proceso, adscrita a la Unidad de la Defensa Pública del estado Zulia, o por alguna otra integrante de la Defensa Pública, sin tener la cualidad necesaria para hacerlo.
Consideran, quienes aquí deciden, que en caso de existir el soporte del cual se desprenda que la ciudadana YAHANINE DE LOS ANGELES VIELVA OVALLE, se encuentra representada por la profesional del derecho GLORIBEL GARCÍA, Defensora Pública Vigésima Cuarto (24) Penal Ordinario en Fase de Proceso, adscrita a la Unidad de la Defensa Pública del estado Zulia, o por alguna otra integrante de la Defensa Pública, con la que la mencionada actué en colaboración, el mismo debió ser consignado junto con la acción de amparo o con el escrito de subsanación que presentó en virtud del requerimiento que le hiciera esta Sala de Alzada, pues este es un requisito esencial para la tramitación ante este Cuerpo Colegiado de la acción promovida, por lo que los integrantes de este Cuerpo Colegiado consideran, tal como se explicó anteriormente, que la accionante, al intentar la tutela constitucional carecían de la legitimidad requerida, incumpliendo con el contenido del artículo 18 ordinal 1° de la Ley Orgánica de Amparo Sobre Derechos y Garantías Constitucionales, el cual establece: “En la solicitud de amparo se deberá expresar: 1.- Los datos concernientes a la identificación de la persona agraviada y de la persona que actúe en su nombre, y en este caso con la suficiente identificación del poder conferido…”, así como tampoco se acataron los criterios jurisprudenciales anteriormente plasmados en el presente fallo. (Las negrillas son de este Órgano Colegiado).
En virtud de todo lo antes expuesto, considera esta Alzada que la acción de amparo constitucional, interpuesta por la abogada GLORIBEL GARCÍA, Defensora Pública Vigésima Cuarta (24) Penal Ordinario en Fase de Proceso, adscrita a la Unidad de la Defensa Pública del estado Zulia, debe ser declarada INADMISIBLE POR FALTA DE CUALIDAD, a tenor de lo previsto en el artículo 18 ordinal 1° de la Ley Orgánica de Amparo Sobre Derechos y Garantías Constitucionales, en virtud de la falta de subsanación, de conformidad con el artículo 19 ejusdem. ASÍ SE DECIDE.
V
DISPOSITIVA
Por los argumentos de hecho y derecho señalados, esta Sala Primera de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, actuando en sede constitucional, Administrando Justicia en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por Autoridad de la Ley, declara: INADMISIBLE POR FALTA DE CUALIDAD la acción de amparo constitucional interpuesta por la abogada GLORIBEL GARCÍA, Defensora Pública Vigésima Cuarta (24) Penal Ordinario en Fase de Proceso, adscrita a la Unidad de la Defensa Pública del estado Zulia, a tenor de lo previsto en el artículo 18 ordinal 1° de la Ley Orgánica de Amparo Sobre Derechos y Garantías Constitucionales, en virtud de la falta de subsanación, de conformidad con el artículo 19 ejusdem
Publíquese, regístrese en el Libro respectivo, déjese copia certificada en archivo.
LOS JUECES DE APELACIÓN
ERNESTO JOSÉ ROJAS HIDALGO
Presidente
MAURELYS VILCHEZ PRIETO CARLOS RAMÓN FUENMAYOR FERRER
Ponente
GREIDY URDANETA VILLALOBOS
Secretaria
En la misma fecha se publicó la decisión anterior, se registró bajo el Nro. 146-22 en el Libro de Decisiones llevado por esta Sala, se compulsó por secretaría copia de Archivo.
LA SECRETARIA
ABOG. GREIDY URDANETA VILLALOBOS
ASUNTO PRINCIPAL: 13C-26823-22
ASUNTO : VP03-O-2022-000012