TRIBUNAL DE MUNICIPIO ORDINARIO Y EJECUTOR
DE MEDIDAS DEL MUNICIPIO MACHIQUES DE PERIJÁ DE LA
CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO ZULIA

Expediente N° 8690-2.018
Sentencia: N° 132-2022

En virtud del examen que se realizó a las actas que conforman el presente expediente, se constató que la presente causa contentiva del juicio que por OBLIGACION DE MANUENCION, sigue la ciudadana ESMERALDA RAMIREZ, venezolana, mayor de edad, soltera, portadora de la cédula de identidad N° V-11.721.339, domiciliada en la Ciudad y Municipio Machiques de Perijá del Estado Zulia,, se encuentra incursa en la norma prevista en el artículo 267 del Código de Procedimiento Civil, este Tribunal al respecto observa:

El Artículo 7 del Código de Procedimiento Civil establece: “Los actos procesales se realizarán en la forma prevista en este Código y en las leyes especiales. Cuando la ley no señale la forma para la realización de algún acto, serán admitidas todas aquellas que el Juez considere idóneas para lograr los fines del mismo”.

El Artículo 267 del mismo Código de Procedimiento Civil establece: “Toda instancia se extingue por el transcurso de un año sin haberse ejecutado ningún acto de procedimiento por las partes. La inactividad del juez después de vista la causa, no producirá la perención…”.

Igualmente, el Artículo 269 ejusdem, establece: “La perención se verifica de derecho y no es renunciable por las partes. Puede declararse de oficio por el Tribunal y la sentencia que la declare, en cualquiera de los casos del artículo 267, es apelable libremente”.

Para que corra la perención la clave es la paralización de la causa imputable a las partes, ya que, según el código de procedimiento civil, la inactividad del juez después de vista la causa no producirá la perención. Siendo la perención un castigo a la inactividad de las partes, la de los jueces no puede perjudicar a los litigantes, ya que el incumplimiento del deber de administrar justicia oportuna, es solo de la responsabilidad de los sentenciadores.

Luego, siendo la perención de carácter objetivo, irrenunciable y de estricto orden público, basta para su declaratoria que se produzcan dos condiciones como se dijo antes: la falta de gestión procesal, es decir, la inercia de las partes; y la paralización de la causa por el transcurso de un determinado de tiempo, una vez efectuado el último acto de procedimiento; entendido, además, que la aludida falta de gestión procesal, bien significa el no realizar sucesivamente y oportunamente los actos de procedimiento que están a cargo de las partes, pero también se constituye ante la omisión de los actos que determinan el impulso y desarrollo del proceso hacia su fin, mediante la sentencia definitiva y su correspondiente ejecución, o el total cumplimiento de las formalidades que prevé la acción respectiva. En otro orden de ideas, el Tribunal Supremo de Justicia, a reiterado constantemente en sus decisiones que: “La regla general en materia de perención, expresa que el sólo transcurso del tiempo, sin que las partes hubiesen realizado actuaciones que demuestren su propósito de mantener el necesario impulso procesal, origina la perención y se verifica de derecho y puede declararse de oficio, como lo prevé el artículo 269 del Código de Procedimiento Civil”.

En este sentido, pudo constatar este Juzgador que, el último acto de procedimiento ejecutado en este juicio, fue el día Dieciséis (16) de Noviembre de 2.018, fecha en la el tribunal agrego al presente el auto de Admisión de la demanda, y hasta el día de hoy Catorce (14) de Julio de 2.022, fecha en la cual se procedió a la revisión del expediente, no hay actuación procesal alguna dirigida a impulsar y mantener en curso el proceso, es decir, a lograr la citación de la parte demandada, lo cual evidencia absoluta ausencia de actividad procesal y desinterés en que se prosiga la causa. En efecto, y tal como lo dispone el citado artículo 269 del Código de Procedimiento Civil, la instancia se extingue de pleno derecho, por lo que en tal caso este Juzgado, sin más trámites, debe declarar consumada la perención a instancia de parte, y visto que, en el presente procedimiento, desde la última actuación señalada el día Dieciocho (18) de Junio de 2.018, hasta el día Veintiuno (21) de Diciembre de 2.022, transcurrió con creces el espacio de tiempo previsto en el tantas veces referido artículo 267 del Código de Procedimiento Civil, y esta inactividad de la parte constituye una renuncia implícita al procedimiento, este Tribunal declara que ha operado en este caso, la perención de la instancia. Así se decide.

En mérito de las precedentes consideraciones, este Juzgado administrando Justicia en nombre de la República Bolivariana de Venezuela, y por autoridad de la Ley, declara PERIMIDA LA INSTANCIA en el juicio que por OBLIGACION DE MANUTENCION, sigue la ciudadana ESMERALDA RAMIREZ, venezolana, mayor de edad, soltera, portadora de la cédula de identidad N° V-11.721.339, en contra de GARY BIL QUIVERA LINARES, venezolano, mayor de edad, soltero, portador de la cédula de identidad No. V-15.658.149. En consecuencia, queda extinguido el procedimiento.
Por la índole de la decisión no hay condenatoria en costas.
Publíquese, regístrese y notifíquese a la parte accionante.
Déjese copia certificada de la presente decisión en el archivo del Juzgado.
Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho del Juzgado del Municipio Machiques de Perijá de la Circunscripción Judicial del estado Zulia, a los Veintiún (21) días del mes de diciembre de Dos Mil Veintidós (2.022).
Años: 211° de la Independencia y 163° de la Federación.

LA JUEZA SUPLENTE,


Abog. YAJAIRA COROMOTO PARRA PIÑERO
LA SECRETARIA,

Abog. RITA MERCEDES BORJAS,

En la misma fecha se publicó y registró el anterior fallo, siendo las Nueve horas de la mañana (09:00 a.m.), quedando bajo el N° 132-2.022 en la carpeta de sentencias interlocutorias con fuerza definitiva.

LA SECRETARIA,