REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA





EN SU NOMBRE:
JUZGADO CUARTO DE PRIMERA INSTANCIA EN LO CIVIL, MERCANTIL Y DEL TRÁNSITO DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO ZULIA
Maracaibo, diecisiete (17) de octubre de 2019.-
209º y 160º

EXPEDIENTE: 15.154.-
PARTE DEMANDANTE: MARISOL SANMARTÍN GÓMEZ, venezolana, mayor de edad, titular de la cedula de identidad Nro. V.- 14.136.951, con domicilio en el Municipio San Francisco del estado Zulia.-
PARTE DEMANDADA: HILDA ESTHER ZAPATA DE JARAMILLO, venezolana, mayor de edad, titular de la cedula de identidad Nro. V.- 15.840.863, con domicilio en el Municipio San Francisco del estado Zulia.-
MOTIVO: Nulidad de Venta.-
FECHA DE ENTRADA: diecisiete (17) de octubre de 2.019.-
SENTENCIA: Interlocutoria.-

Por recibido el anterior escrito de solicitud de Medida de Prohibición de Enajenar y Gravar, presentado por la ciudadana MARISOL SANMARTÍN GÓMEZ, venezolana, mayor de edad, titular de la cedula de identidad Nro. V.- 14.136.951, asistida por la abogada en ejercicio ROSA VIRGINIA CHACÍN CASTILLA, inscrita en el Inpreabogado bajo el Nro. 191.154, constante de UN (01) folio útil, se le da entrada, se ordena formar pieza de medida por separado numerada.-
Ahora bien, siendo la oportunidad procesal en la que se verifica el estado de pendencia necesario para pronunciarse sobre la procedibilidad en derecho de la cautela solicitada, según escrito propuesto por ante este despacho; esta Juzgadora pasa a resolver el referido pedimento de tutela preventiva asegurativa tomando en cuenta las siguientes consideraciones:
El artículo 585 del Código de Procedimiento Civil, estipula:
“…Las medidas preventivas establecidas en este Título las decretará el Juez, sólo cuando exista riesgo manifiesto de quede ilusoria la ejecución del fallo y siempre que se acompañe un medio de prueba que constituya presunción grave de esta circunstancia y del derecho que se reclama…”

La normativa in comento, prevé dos requisitos de procedibilidad de las medidas preventivas, los cuales son: la presunción grave del derecho que se reclama (fumus boni iuris) y la presunción grave de que quede ilusoria la ejecución del fallo (periculum in mora).
En cuanto a la instrumentalidad de las medidas cautelares, estableció la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia, según sentencia de fecha 27 de marzo de 2006, lo que a continuación se transcribe:
“…La Sala reitera los anteriores criterios y establece que la nota característica que distingue a las medidas cautelares es su instrumentalidad; es por ello que la finalidad de las cautelas no es hacer justicia sino garantizar el efectivo y eficaz funcionamiento del proceso. De allí que, no se puede pretender que el juez se comporte como si estuviera resolviendo el fondo de la causa, es decir, no se le puede exigir al sentenciador que para decretar una medida analice las alegaciones y las pruebas de fondo como debiera hacerlo en el proceso principal.
En efecto, no compete al ámbito de las medidas cautelares la resolución del fondo de la controversia, sino como ya se dijo, lo que corresponde es asegurar la efectividad de la sentencia que se dicte en el juicio principal; por tanto, en la esfera cautelar el juez ‘sólo está obligado a efectuar un juicio de mera probabilidad sobre la existencia del derecho reclamado y sobre el peligro de que quede ilusorio la ejecución del fallo, requisitos que en la doctrina se conocen como el fumus bonis iuris y pericum in mora…’ “.

Por otra parte, sobre los requisitos de procedencia, la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia, en decisión de fecha 27 de julio del año 2004, estableció que:
“…De conformidad con lo previsto en el precedente artículo, la medidas preventivas se decretarán cuando se verifique en forma concurrente los dos elementos esenciales para su procedencia, a saber: 1) La presunción grave del derecho que se reclama (fumus boni iuris); y, 2) El riesgo real y comprobable de que resulte ilusoria la ejecución de la decisión definitiva (perículum in mora). Es indudable que el interesado en el decreto de la medida tiene la carga de proporcionar al tribunal las razones de hecho y de derecho de la pretensión, conjuntamente con las pruebas que la sustenten por lo menos en forma aparente, quedando el sentenciador impedido de suplir la carga de la parte de exponer y acreditar sus argumentos. Si faltan esos elementos de convicción de ambas circunstancias, debe imponerse el rechazo de la petición cautelar, por ausencia de los requisitos de procedibilidad exigidos en el referido artículo 585 del Código de Procedimiento Civil…” (Subrayado de la jueza y negritas de la Sala).

Igualmente, la misma Sala dictó decisión en fecha 18 de abril del año 2006, con ponencia del Magistrado Antonio Ramírez Jiménez, en la cual dejó pautado:
“…Esta Sala ha manifestado en múltiples oportunidades y aquí se reitera una vez más, que el otorgamiento de providencias cautelares sólo es posible una vez cumplidos los requisitos previstos en el artículo 585 del Código de Procedimiento Civil, es decir, cuando se han verificado, efectivamente y en forma concurrente, los dos elementos esenciales para su procedencia, los cuales son: 1) la presunción grave del derecho que se reclama (fumus bonis iuris), 2) que exista el riesgo real y comprobable de que resulte ilusoria la ejecución del fallo, (periculum in mora); (Subrayado y negritas de la jueza).

El artículo 588 de la Ley Adjetiva civil, señala las clases de medidas nominadas que el tribunal puede decretar en cualquier estado y grado de la causa, enumeradas así:
“…1° El embargo de bienes muebles;
2° El secuestro de bienes determinados;
3° La prohibición de enajenar y gravar bienes inmuebles…”
Tomando en consideración, que los requisitos a los que hace referencia el artículo 585 del texto legal en referencia, son de estricto cumplimiento y de carácter concurrente, se ha determinado la obligación para el solicitante de una medida cautelar de allegar a las actas procesales pruebas fehacientes de los requisitos preceptuados a fin de obtener la medida precautelativa solicitada. (Subrayado del tribunal).
En tal sentido, procede esta sentenciadora a efectuar un análisis para determinar en este asunto, si efectivamente se encuentran cubiertos los extremos de Ley, por ende, se extrae del escrito de medidas consignado por la parte demandante, que la parte solicitante de la medida precautelativa, para acreditar la presunción grave del derecho que se reclama (Fumus Boni Iuris), invocó: la copia certificada del documento de venta registrado por ante el Registro Público del Municipio San Francisco del estado Zulia, en fecha 03 de noviembre del año 2.015, bajo el Asiento Registral 1, Matriculado bajo el Nro. 482.21.18.5.2201, correspondiente al libro del Folio Real año 2015.-
Además, para demostrar que existe el riesgo real y comprobable de que resulte ilusoria la ejecución del fallo (Periculum In Mora), esgrimió el periodo de tiempo que debe discurrir para satisfacer la pretensión principal, así como el perjuicio que, a su decir se le pudiere causar ante la espera del fallo definitivo.-
En consecuencia, con fundamento en los argumentos antes explanados, considera esta operadora de justicia, que se encuentran cubiertos los extremos legales, estipulados en el artículo 585 del Código de Procedimiento Civil, por lo tanto, este JUZGADO CUARTO DE PRIMERA INSTANCIA EN LO CIVIL, MERCANTIL Y DEL TRÁNSITO DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO ZULIA, en nombre de la REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA, y por Autoridad de la Ley, de conformidad con lo dispuesto en los Artículos 585 y 588 del Código de Procedimiento Civil DECRETA: MEDIDA DE PROHIBICIÓN DE ENAJENAR Y GRAVAR, sobre: UN (01) inmueble constituido por una parcela con sus adherencias, pertenencias y mejoras, signado anteriormente como LOTE Nro. 2, situado en el Barrio El Silencio, calle 167 con Avenida 49A, Nro. 49A-08, en Jurisdicción de la Parroquia Domitila Flores del Municipio San Francisco del estado Zulia, e identificado con el Código Catastral Nro. 231703U01003199013001. La parcela objeto de esta venta tiene un área aproximada de CUATROCIENTOS VEINTIOCHO METROS CUADRADOS CON SESENTA CENTIMETROS CUDRADOS (428,60 mts.), según documento y plano de mensura Nro. 15030182, y tiene por medidas y linderos los siguientes: NORTE: mide DIECISIETE CON CERO NUEVE METROS (17,09 mts.), y linda con terrenos que son o fueron de Julio Cambero Basquero: por el SUR: mide CATORCE CON SESENTA Y NUEVE METROS (14,69 mts.) y linda con la vía pública (calle 167), ESTE: mide VEINTISÉIS METROS CON OCHENTA Y CUATRO (26,84 mts.) y linda con la vía pública (Avenida 49 A) y OESTE: mide VEINTISÉIS CON SESENTA Y CINCO METROS (26,65 mts.) y linda con terrenos que son o fueron de Julio Basquero. Dicho inmueble se encuentra inscrito por ante el Registro Público del Municipio San Francisco del estado Zulia, en fecha 03 de noviembre del año 2.015, bajo el Asiento Registral 1, Matriculado bajo el Nro. 482.21.18.5.2201, correspondiente al libro del Folio Real año 2015.-
Ofíciese en tal sentido al Registro correspondiente.-
Publíquese y Regístrese.
Déjese copia certificada por Secretaría de la presente decisión.
Dada, sellada y firmada en el Sala de despacho de este Juzgado Cuarto de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del estado Zulia, a los diecisiete (17) días del mes de octubre de dos mil diecinueve (2019). Años: 209º de la Independencia y 160º de la Federación.
LA JUEZ,

DRA LOLIMAR URDANETA.-
LA SECRETARIA,

ABOG. VANESSA ALVES SILVA.-

En esta misma fecha, se registró y publicó la anterior resolución, quedando anotada en el libro de sentencias bajo el número: 11, y se ofició bajo el número: 0228-2019.-
LA SECRETARIA,

ABOG. VANESSA ALVES SILVA.-














IVR/VAS/vane*.-
Exp. Nro. 15.154.-