LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
EN SU NOMBRE:





EL JUZGADO AGRARIO PRIMERO DE PRIMERA
INSTANCIA DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO ZULIA

-I-
DE LAS PARTES

PARTE SOLICITANTE: AGROPECUARIA LA MAYOLLERA, S.A., inscrita ante el Registro Mercantil Primero de la Circunscripción Judicial del estado Zulia, en fecha veintiséis (26) de julio de dos mil cinco (2005), anotada bajo el N° 60, Tomo 44-A, e inscrita en el Registro de Información Fiscal (RIF) bajo el N° J-31380824-5, representada por su Presidente, el ciudadano JUAN JOSÉ LINARES FLORES, venezolano, mayor de edad, identificado con la cédula de identidad número V-9.721.301, domiciliado en el municipio Maracaibo del estado Zulia.

ABOGADA DE LA SOLICITANTE: NOLIDA RINCÓN DE FERNÁNDEZ, venezolana, mayor de edad, identificada con la cédula de identidad número V-3.925.029, inscrita en el Inpreabogado bajo el N° 160.887, domiciliada en el municipio La Cañada de Urdaneta del estado Zulia.

-II-
ANTECEDENTES

Se inicia el presente procedimiento por solicitud de TÍTULO SUPLETORIO, presentado por la abogada NOLIDA RINCON DE FERNANDEZ, actuando con el carácter de apoderada judicial de la sociedad mercantil AGROPECUARIA LA MAYOLLERA,S.A., ante la secretaría de este órgano jurisdiccional en fecha veinticinco (25) de septiembre de dos mil diecisiete (2017); a la cual se le dio entrada y curso de ley, en fecha veintiséis (26) de septiembre del mismo año, acordándose practicar inspección judicial sobre el lote de terreno denominado “LA TURUNGIA”, a los fines de constatar las mejoras, instalaciones y bienhechurías que alega la solicitante han sido edificadas sobre el mismo, fijando como oportunidad para llevar a efecto dicha actuación el día veintiocho (28) del mismo mes y año, a partir de las ocho y treinta minutos de la mañana (08:30 a.m.).

En la fecha y hora previamente fijadas, este órgano jurisdiccional se trasladó y constituyó sobre el lote de terreno objeto de la presente solicitud, a los fines de realizar la actuación indicada en el párrafo anterior, la cual se practicó efectivamente tal como consta del acta levantada al efecto.

En fecha dos (02) de octubre del año dos mil diecisiete (2017), la apoderada judicial de la solicitante solicitó se fijara día y hora para la evacuación de los testigos promovidos; lo cual fue proveído en fecha tres (03) del mismo mes y año, fijándose como oportunidad para evacuar las testimoniales promovidas, el día martes diez (10) del presente mes y año en horas de la tarde.

En la fecha y hora previamente fijadas, se llevó a efecto la evacuación de las testimoniales promovidas por la parte solicitante, tal como consta de las actas levantadas.

-III-
MOTIVACIÓN

Siendo la oportunidad para dictar sentencia en la presente solicitud de título supletorio, este Juzgado Agrario de Primera Instancia procede a realizarlo, para lo cual hace las siguientes consideraciones:

Establece el artículo 26 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, lo siguiente:

“Artículo 26.- Toda persona tiene derecho de acceso a los órganos de administración de justicia para hacer valer sus derechos e intereses, incluso los colectivos o difusos; a la tutela efectiva de los mismos y a obtener con prontitud la decisión correspondiente. El Estado garantizará una justicia gratuita, accesible, imparcial, idónea, transparente, autónoma, independiente, responsable, equitativa y expedita, sin dilaciones indebidas, sin formalismos o reposiciones inútiles”.

Consagra la transcrita disposición constitucional, la garantía que tiene todo habitante de la República, de acceder a los órganos de administración justicia, los cuales deben garantizar la tutela judicial efectiva de sus derechos e intereses, a través de un sistema de administración de justicia gratuito, accesible, imparcial, idóneo, transparente, autónomo, independiente, responsable, equitativo, expedito, sin dilaciones indebidas, sin formalismos ni reposiciones inútiles.

En ejercicio de esa garantía de acceso a los órganos de administración de justicia, los justiciables pueden interponer los Justificativos para Perpetua Memoria, los cuales tienen como finalidad solicitar del Juez competente instruir las diligencias destinadas a la comprobación de algún hecho o derecho propio del interesado, tal como lo dispone el artículo 936 del Código de Procedimiento Civil. Estos justificativos son una pretensión de jurisdicción voluntaria, por lo que no existe contención o controversia alguna entre particulares; máxime, si la justificación solicitada tuviere como efecto asegurar la posesión o algún derecho del solicitante, en todo caso, quedarían a salvo los derechos de terceros, tal como expresamente lo dispone el artículo 937 del mismo Código.

En tal sentido, disponen los artículos 936 y 937 del Código Civil Venezolano lo siguiente:

Artículo 936.- Cualquier Juez Civil es competente para instruir las justificaciones y diligencias dirigidas a la comprobación de algún hecho o algún derecho propio del interesado en ellas. El procedimiento se reducirá a acordar, el mismo día en que se promuevan, lo necesario para practicarlas; concluidas, se entregaran al solicitante sin decreto alguno.
Artículo 937.- Si se pidiere que tales justificaciones o diligencias se declaren bastantes para asegurar la posesión o algún derecho, mientras no haya oposición, el Juez decretará lo que juzgue conforme a la ley, antes de entregarlas al solicitante, o dentro del tercer día, si esta petición se hubiere hecho posteriormente a la primera diligencia; quedando en todo caso a salvo los derechos de terceros.
El competente para hacer la declaratoria de que habla este artículo es el Juez de Primera Instancia del lugar donde se encuentran los bienes que se trate.”

Señala el autor Emilio Calvo Baca en su obra “Código de Procedimiento Civil de Venezuela” (Ediciones Libra 2004. Pág: 761 y 762), que “Para el legislador venezolano, esta justificaciones son las que tiene por objeto comprobar algún hecho o algún derecho propio del interesado que las promueve (…)”, siendo que “De conformidad con nuestra legislación procesal, el objeto de estas justificaciones es amplísimo, porque no tienen restricción en cuanto tiendan a demostrar hechos o derecho propios del solicitante (…)”. Agregando el citado autor que “El título supletorio es también denominado justificativo para perpetua memoria, consiste en unas simples declaraciones de testigos con las cuales un ciudadano cualquiera busca obtener un título suficiente de propiedad sobre una casa o edificio que ha construido a sus expensas.”, señalando que “Las bienhechurías son aquellas plusvalías o mejoras en las plantaciones o instalaciones de fincas rusticas (…).”

Por otra parte, señala el artículo 197 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario:

“Artículo 197.- Los juzgados de primera instancia agraria conocerán de las demandas entre particulares que se promuevan con ocasión de la actividad agraria, sobre los siguientes asuntos:
(…)
3. Acciones relativas al uso, aprovechamiento, constitución de servidumbres y demás derechos reales, para fines agrarios.
(…)
15. En general, todas las acciones y controversias entre particulares relacionados con la actividad agraria.”

Precisado todo lo anterior, resulta necesario establecer la competencia de los Juzgados de Primera Instancia Agraria para conocer y proveer en sede de jurisdicción voluntaria, de las solicitudes de Títulos Supletorios en base a las bienhechurías o mejoras que posea un fundo con vocación agraria, teniendo en cuenta que la intención de este título es justificar ante terceros el derecho de carácter real de quien posee en forma pacífica y sin oposición estos bienes, sin tener un verdadero título de propiedad sobre la tierra.

En tal sentido, la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia, en su sentencia N° 200, de fecha catorce (14) de agosto de dos mil siete (2007), caso Aníbal Jesús Núñez Beauperthuy vs. Agropecuaria La Gloria, C.A., señaló lo siguiente:

“Conforme a lo antes expuesto, todos los inmuebles susceptibles de explotación agropecuaria gozan de la protección especial que consagra la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, independientemente de que los mismos estén ubicados en poligonales urbanas o rurales.
Por otro lado, ha señalado la Sala Constitucional que del análisis de los artículos 197 y 208 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, antes citados, se desprende que el legislador ha establecido ‘en primer lugar un foro atrayente con respecto a la jurisdicción agraria (artículo 197 eiusdem) para ventilar conflictos que se produzcan entre particulares con motivo de dicha actividad; y en segundo lugar, atribuyen competencia para conocer y decidir de determinadas acciones (como las del caso de marras, esto es, acciones derivadas de perturbaciones o daños a la propiedad o posesión agraria) a los Juzgados de Primera Instancia Agrarios, dejando en su último ordinal una cláusula abierta para que estos Juzgados conozcan de ‘(…) todas las acciones y controversias entre particulares relacionados con la actividad agraria’ (artículo 208 eiusdem)’ (subrayado añadido) (sentencia número 5047 del 15 de diciembre de 2005, caso Humberto Lobo Carrizo).
Por tal razón, considera esta Sala Plena que cuando el artículo 208, numeral 15 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario atribuye competencia a los juzgados de primera instancia agraria para conocer de ‘todas las acciones y controversias entre particulares relacionados con la actividad agraria’, debe entenderse como una cláusula abierta que comprende cualquier controversia en la que pueda verse afectada la producción agroalimentaria. Ello en virtud de que el juez agrario ‘debe velar por el mantenimiento de la seguridad agroalimentaria de la Nación y el aseguramiento de la biodiversidad y la protección ambiental’ (artículo 207 eiusdem)”.

Igualmente, el Magistrado Francisco Carrasquero López, en el voto salvado emitido en la sentencia N° 01 de fecha quince (15) de enero de dos mil nueve (2009), de Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia, señaló lo siguiente:

“(…) En tal sentido, el artículo 271 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, ya interpretado por este Máximo Tribunal, establece la prevalencia de las disposiciones de dicho complejo normativo, sobre el resto de las normas sustantivas y adjetivas de rango legal y, en tal sentido, el artículo 208.15 eiusdem, dispone, que corresponde a los tribunales de primera instancia agraria, el conocimiento general de todas las acciones y controversias entre particulares relacionados con la actividad agraria, desarrollando así el principio de exclusividad agraria a tenor del cual, los órganos jurisdiccionales con competencia en la materia, tienen un fuero especial atrayente que en virtud de criterios subjetivos y atendiendo a la naturaleza agraria de los asuntos, extraen de la jurisdicción ordinaria (civil-mercantil) el conocimiento de los litigios con incidencia o afectación sobre la actividad agrícola para otorgársela a los tribunales especializados en la materia.
Sobre el mencionado principio de exclusividad agraria y fuero especial atrayente, ya se pronunció esta Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia, mediante sentencia No. 24, firmada el 12 de diciembre de 2007, y publicada el 16 de abril de 2008, la cual expresamente asentó el criterio que a continuación se transcribe:
“(…) En el presente caso, el procedimiento donde se interpuso la demanda de tercería, es un juicio de intimación incoado a los fines de cobrar una letra de cambio, que como acto objetivo de comercio, le confiere a la cuestión controvertida un cariz mercantil, que de acuerdo a lo expuesto, atribuye el conocimiento del asunto en primera instancia a los tribunales ordinarios civiles mercantiles y en alzada a los juzgados superiores competentes por la materia y el territorio.
No obstante ello, el artículo 271 de de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, establece la prevalencia de las disposiciones de dicho complejo normativo, sobre el resto de las normas sustantivas y adjetivas de rango legal y en tal sentido, el artículo 208.15 eiusdem, dispone, que corresponde a los tribunales de primera instancia agraria, el conocimiento general de todas las acciones y controversias entre particulares relacionados con la actividad agraria, desarrollando así el principio de exclusividad agraria a tenor del cual, los órganos jurisdiccionales con competencia en la materia, tienen un fuero especial atrayente que en virtud de criterios subjetivos y atendiendo a la naturaleza agraria de los asuntos, extraen de la jurisdicción ordinaria (civil-mercantil) el conocimiento de los litigios con incidencia o afectación sobre la actividad agrícola para otorgársela a los tribunales especializados en la materia.
(…) Con el referido criterio, la Sala evidenció que, el legislador viene a reforzar la protección jurídico-constitucional de los particulares a través de normas garantistas de los derechos amparados por la Constitución, favoreciendo la tutela judicial efectiva y protegiendo para el presente caso, la vigencia y efectividad del derecho a la seguridad agroalimentaria en pro del interés general de asentar las bases del desarrollo rural integral y sustentable, asegurando la vigencia efectiva de los derechos de protección ambiental y agroalimentario de la presente y futuras generaciones. Todo en el contexto de la actuación eficaz del Poder Público, donde los órganos y entes del Estado gestionan efectivamente sus competencias, fomentando la consolidación del principio de paz social, el bien común y la convivencia, en un medio ambiente armónico.
En concordancia con lo anteriormente expuesto, el Único Aparte del artículo 269 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, establece la competencia funcional de los Tribunales Superiores Regionales Agrarios, para conocer de las siguientes cuestiones:
En primer lugar, de las apelaciones planteadas en los litigios surgidos entre particulares (criterio subjetivo) cuya competencia sustancial (naturaleza del asunto), sea la actividad agraria, lo cual ocurre, cuando la cuestión litigiosa verse sobre un inmueble susceptible de explotación agropecuaria donde se realice actividad de esta naturaleza y que la acción que se ejercite, sea con ocasión de esta actividad, lo cual debe verificarse de forma concomitante para que proceda la competencia del Tribunal Agrario (..omissis…).
(…) De lo expuesto se colige, que el antes referido principio de exclusividad agraria reafirma y expande el espectro funcional de los tribunales con competencia en la materia, toda vez que somete a dicha jurisdicción (competencia), el conocimiento en primera y segunda instancia de los asuntos litigiosos agrarios entre particulares y al mismo tiempo, entre particulares y el Estado, a través del contencioso agrario.
En este contexto se observa, que en el caso planteado se está en presencia de una apelación planteada en un juicio entre particulares, donde la cuestión litigiosa son unos semovientes (inmuebles por destinación) y unas bienhechurías realizadas en un predio rustico o rural, de acuerdo al documento de adjudicación suscrito por el entonces Presidente del Instituto Agrario Nacional, que cursa al folio 43 y siguiente del legajo, donde se desprende que el inmueble objeto de la presente querella se encuentra ubicado fuera de la poligonal urbana, específicamente en un asiento campesino.
Asimismo, la demanda que dio lugar a la decisión apelada, tuvo como ratio impedir la afectación de la actividad agraria en el fundo donde se encuentran los semovientes y las bienhechurías afectadas por una demanda principal, en la cual se acordaron unas medidas preventivas que de manera indubitable inciden en la explotación agropecuaria que desarrolla la ciudadana FRANCISCA DEL CARMEN MALDONADO DE MATERANO”.
Entonces, el criterio precedentemente trascrito precisa que la jurisdicción (competencia) agraria constituye un mecanismo de heterocomposición de los conflictos intersubjetivos que pudieran atentar contra el principio de seguridad agroalimentaria, planteando así que, aquellos litigios surgidos entre particulares (criterio subjetivo) cuya competencia sustancial (naturaleza del asunto), sea la actividad agraria, son asuntos del conocimiento exclusivo del tribunal agrario, lo cual ocurre también cuando la cuestión litigiosa verse sobre un inmueble susceptible de explotación agropecuaria donde se realice actividad de esta naturaleza, incluyendo aquellos casos que se susciten en sede de jurisdicción voluntaria, como son los casos de solicitudes de títulos supletorios sobre terrenos agrícolas.”

Queda claro entonces que, la competencia de los Juzgados Agrarios en nuestra República, está determinada por el objeto sobre el cual recaen las distintas pretensiones que se presenten para su conocimiento, lo que obliga al órgano jurisdiccional a efectuar un análisis del objeto de la pretensión interpuesta, pues el tipo de pretensiones que pueden plantearse en la jurisdicción especial agraria son similares a las que pueden ventilarse en la jurisdicción civil ordinaria, a saber, pretensiones declarativas, reivindicatorias, posesorias, servidumbres, deslindes, sucesorales, contractuales, de créditos, entre otros, pero las que se presenten ante esta jurisdicción deben tener como particularidad, el hecho que las mismas deben versar siempre sobre la actividad agroproductiva y por ende repercutir en la seguridad agroalimentaria de la Nación y/o en la protección de la biodiversidad y/o de los recursos naturales renovables.

Al respecto, es criterio pacífico y reiterado del máximo Tribunal de Justicia en su Sala Constitucional que: “(…) la competencia de los tribunales de la Jurisdicción agraria viene determinada por el objeto sobre el cual versan las pretensiones deducidas, siendo que dicho objeto debe estar directamente vinculado con la actividad agraria (…) aún cuando los Justificativos de perpetua memoria se encuentra consagrado en el Código de Procedimiento Civil (artículos 936 y siguientes), ello no implica que en todos los casos la competencia esté asignada a la Jurisdicción civil…”, mucho más cuando el artículo 197 numeral 15 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, dispone lo antes transcrito.

En conclusión, son criterios en los que resulta coincidente la posición de afirmar por distintas razones de orden constitucional, legal, e inclusive orden público agrario, la competencia de los Juzgados Agrarios para tramitar y proveer en sede de jurisdicción voluntaria, solicitudes de título supletorio sobre mejoras y bienhechurías, cuando éstas sean de naturaleza agraria, vale decir que guardan relación con actividades agroproductivas.

En el caso de autos, se solicitó la expedición de un Título Supletorio de propiedad sobre las mejoras, instalaciones y bienhechurías fomentadas sobre un lote de terreno denominado “LA TURUNGIA”, antes identificado, descritas por la solicitante de la siguiente manera:

“(…) VIVIENDA PRINCIPAL: Con estructura de concreto armado, cubierta de techo con láminas de acerolit y zinc totalmente impermeabilizadas, soportadas con estructura de hierro, paredes de bloques de concreto, friso liso en paredes, puertas de hierro, pisos de cemento público, ventanas de aluminio con vidrio tipo corredizas, instalaciones eléctricas embutidas, tuberías empotradas y conectadas a pozo séptico. Ambientes: sala de estar, comedor, cocina, cinco dormitorios y dos salas sanitarias dentro de la casa principal. Área: 369,50 M2; OFICINAS: Con estructura de hierro, cubierta de techo de láminas de acerolit y zinc, totalmente impermeabilizadas, soportadas con estructura de hierro, paredes de bloques de concreto, frisadas, puerta de hierro, de madera maciza y entamboradas, ventanas de aluminio con vidrio tipo corredizas, pisos de cemento pulido, instalaciones sanitarias empotradas y conectadas a pozo séptico, con una sala de conferencias, dos salas sanitarias, cuatro oficinas y una sala estar. Área: 169,94 M2.; AREA (Sic) DE MAQUINAS (Sic): Estructura de hierro, cubierta de techos de láminas de zinc totalmente impermeabilizadas, soportadas por estructura de hierro, paredes de bloque de concreto, piso de cemento rustico (Sic). Instalaciones eléctricas embutidas. Área: 91,20 M2.; TINGLADO: Con estructura de hierro, cubierta de techos de láminas de zinc, soportadas por estructuras de hierro, piso de cemento rustico (Sic), instalaciones eléctricas externas. Área: 236,30 M2.; SALAS SANITARIAS OBREROS: Estructura de concreto armado, techos de láminas de zinc totalmente impermeabilizadas, soportadas con estructura de hierro, paredes de bloques de concreto frisadas, puertas de hierro, ventanas con bloques de ventilación, piso de cemento pulido, instalaciones eléctricas embutidas, instalaciones sanitarias empotradas y conectadas a pozo séptico, cuatro salas sanitarias y cuatro duchas con área para lavandería. Área: 44,10 M2.; AREA (Sic) DE MAQUINAS(Sic): Estructura de hierro, techo de láminas de zinc soportadas con estructura de hierro, paredes de bloques de concreto frisadas, puertas de hierro, ventanas con bloques de ventilación, piso de cemento rustico (Sic), instalaciones eléctricas embutidas, instalaciones sanitarias empotradas y conectadas a pozo séptico. Área: 387,32 M2.; GALPON (Sic): Estructura de hierro, techo de láminas de zinc soportadas con estructura de hierro, barandas de hierro, piso de cemento rustico (Sic), instalaciones eléctricas embutidas. Área: 330,00 M2.; GALPON (Sic): Estructura de hierro, techo de láminas de zinc soportadas con estructura de hierro, barandas de hierro, piso de cemento rustico (Sic), instalaciones eléctricas embutidas. Área: 864,00 M2.; CERCAS PERIMETRALES: Construidas con estantillos de madera cada tres metros, madrinas de madera cada 100 metros, y seis pelos de alambre de púas, cinco líneas de bloques de concreto y estambre. Área: 6.774,00 m.; TANQUE PARA ALMACENAR AGUA: Construido con anillos de concreto armado, capacidad aproximada 33.000,00 lts.; TANQUE PARA ALMACENAR AGUA: Construido de hierro, capacidad aproximada 1.500,00 Lts.; POZO PERFORADO: Con cassing de hierro de 8” y tubería de hierro diámetro 2”, bomba de 2 HP, profundidad 10,00 mts.(…)”

Por lo que, cualquier decisión en este caso puede incidir sobre la continuidad o interrupción de la actividad agraria que pueda realizarse en dicho predio, así pues, a juicio de este órgano jurisdiccional el caso bajo examen se enmarca dentro de las competencias atribuidas a los Juzgados Agrarios de Primera Instancia. Así se establece.

Establecido lo anterior, este órgano jurisdiccional pasa a valorar las pruebas promovidas por la solicitante, y en tal sentido observa que se promovieron y evacuaron los siguientes medios probatorios:

1. Copia certificada del poder otorgado por el representante de la sociedad mercantil AGROPECUARIA LA MAYOLLERA, S.A., a la abogada en ejercicio NOLIDA RINCÓN DE FERNÁNDEZ, ambas ya identificados, ante la Notaría Pública de San Francisco del estado Zulia, en fecha veinte (20) de septiembre de dos mil diecisiete (2017), bajo el N° 5, Tomo 174. (Folio 4 al 6)

La anterior documental, distinguida con el número 1, se compone del original de un documento privado autenticado, que debe se valorada en conformidad con el artículo 429 del Código de Procedimiento Civil, en concordancia con el artículo 1363 del Código Civil venezolano, la cual goza de pleno valor probatorio hasta tanto no sea tachado; de la misma se desprende el poder especial otorgado a la abogada en ejercicio NOLIDA RINCÓN DE FERNÁNDEZ, venezolana, mayor de edad, identificada con la cédula de identidad número V-3.925.029, inscrita en el Inpreabogado bajo el N° 160.887, para representar los derechos e intereses de la sociedad mercantil AGROPECUARIA LA MAYOLLERA, S.A. Así se establece.

2. Copia fotostática simple del Acta Constitutiva-Estatutaria de la sociedad mercantil AGROPECUARIA LA MAYOLLERA, S.A., inscrita ante el Registro Mercantil Primero del estado Zulia, en fecha veintiocho (28) de julio de dos mil cinco (2005), anotada bajo el N° 60, Tomo 44-A . (Folio 7 al 15)

3. Copia fotostática simple del Acta de Asamblea Extraordinaria de Accionista, correspondiente a la sociedad mercantil AGROPECUARIA LA MAYOLLERA, S.A., celebrada en fecha veintiocho (28) de junio de dos mil dieciséis (2016), registrada ante el Registro Mercantil Primero de la Circunscripción Judicial del estado Zulia, en fecha veinticuatro (24) de agosto de dos mil dieciséis (2016), bajo el N° 1, Tomo 51-A. (Folio16 al 22)

Las anteriores documentales, distinguidas con los números 2 y 3, se componen de copias fotostáticas simples de documentos privados registrados, los cuales adquieren publicidad frente a terceros en virtud de su inscripción, registro y publicación ante el Registro Mercantil, las cuales deben ser valoradas en conformidad con las previsiones del artículo 429 del Código de Procedimiento Civil, en concordancia con el artículos 1363 del Código Civil Venezolano, y con las previsiones de la Ley de Registros y del Notariado, gozando de pleno valor probatorio hasta tanto no sean impugnadas; de las misma se desprende la constitución de la sociedad mercantil AGROPECUARIA LA MAYOLLERA, S.A., los estatutos que rigen la vida societaria de la misma, quiénes son sus accionistas, cuáles son sus órganos de administración y cuáles son sus facultades, entre otros aspectos de la vida societaria; así como los puntos tratados en el la Asamblea Extraordinaria de Accionistas de fecha veintiocho (28) de junio de dos mil diecisiéis (2016). Así se establece.

4. Copia fotostática simple del Registro de Información Fiscal (RIF) de la sociedad mercantil AGROPECUARIA LA MAYOLLERA, S.A. (Folio 23)

La anterior documental, distinguida con el número 4, se compone de la copia fotostática simple de un documento público administrativo, el cual en virtud del principio de ejecutividad y ejecutoriedad que le atribuye el artículo 8 de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, goza de presunción de certeza, veracidad y legalidad hasta tanto no sea impugnado, ello en conformidad con las previsiones del artículo 429 del Código de Procedimiento Civil; de la misma se desprende los datos de inscripción ante el Registro Único de Información Fiscal (RIF) de la sociedad mercantil AGROPECUARIA LA MAYOLLERA,S.A. Así se establece.

5. Copias fotostáticas simples de las cédulas de identidad de los ciudadanos JUAN JOSÉ LINARES FLORES y LOLIMAR DEL CARMEN MUJICA BARROSO, venezolanos, mayores de edad, identificados con las cédulas de identidad números V-9.721.301 y V-12.261.805. (Folios 24 y 25)

Las anteriores documentales, distinguidas con el número 5, se componen de las copias fotostáticas simple de un documento público, las cuales deben ser valoradas en conformidad con las previsiones del artículo 1357 del Código Civil, en concordancia con el artículo 429 del Código de Procedimiento Civil, así como el artículo 3 de la Ley Orgánica de Identificación, gozando de pleno valor probatorio hasta tanto no sean impugnadas; las mismas constituyen un medio de identificación de los representantes legales de la sociedad mercantil solicitante del título supletorio. Así se establece.

6. Copia fotostática certificada del Título de Adjudicación de Tierras Socialista Agrario N° 24344171817RAT0011592, expedido por el Instituto Nacional de Tierras (INTI), a favor de la AGROPECUARIA LA MAYOLLERA, S.A., representada por los ciudadanos JUAN JOSÉ LINARES y LOLIMAR MUJICA BARROSO, venezolanos, mayores de edad, identificados con las cédulas de identidad números V-9.721.301 y V-12.261.805, en Sesión de Directorio N° ORD 840-17 de fecha veintidós (22) de agosto de dos mil diecisiete (2017), anotado en los Libros de Autenticaciones llevados por la Unidad de Memoria Documental del Instituto Nacional de Tierras (INTI), bajo el N° 72, Folio 149 y 150, Tomo 4428, de fecha veinticinco (25) de agosto de dos mil diecisiete (2017) (Folios 26 y 27)

La anterior documental, distinguida con el número 6, se compone de la copia fotostática certificada de un documento público administrativo, el cual el cual en virtud del principio de ejecutividad y ejecutoriedad que le atribuye el artículo 8 de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, goza de presunción de certeza, veracidad y legalidad hasta tanto no exista en su contra prueba en contrario o sea tachado, ello en conformidad con las previsiones del artículo 429 del Código de Procedimiento Civil, y que se encuentra previsto en el artículo 66 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, como un documento emanado por el Instituto Nacional de Tierras (INTI), a través de un acto administrativo, mediante el cual se transfiere la posesión legítima de la tierra productiva ocupada y trabajada por él o los adjudicatarios; del mismo se desprende la posesión agraria reconocida por el referido ente administrativo, a favor de la sociedad mercantil AGROPECUARIA LA MAYOLLERA, S.A., representada por los ciudadanos JUAN JOSÉ LINARES y LOLIMAR MUJICA BARROSO, sobre el lote de terreno denominado “LA TURUNGIA”. Así se establece.

7. Copia fotostática certificada del Plano Topográfico del lote de terreno denominado “LA TURUNGIA”, emitido por Oficina Regional de Tierras Zulia Norte del Instituto Nacional de Tierras (INTI), ente adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Agricultura y Tierras. (Folio 28)

La anterior documental, distinguida con el número 7, se compone de la copia fotostática certificada de un documento público administrativo, el cual en virtud del principio de ejecutividad y ejecutoriedad que le atribuye el artículo 8 de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, goza de presunción de certeza, veracidad y legalidad hasta tanto no exista en su contra prueba en contrario o sea tachada; de la misma se desprende la ubicación exacta, medidas y linderos del referido lote de terreno, según el levantamiento efectuado por la Oficina Regional de Tierras Zulia del Instituto Nacional de Tierras (INTI), mediante el sistema de Coordenadas Datum REGVEN Huso 19. Así se establece.

8. Copia fotostática simple de las cédulas de identidad de los ciudadanos HELÍ RAMÓN SÁNCHEZ CARDOZO, ROMAN ANTONIO PAZ SÁNCHEZ y NAIROBIS DEL CARMEN PÉREZ MORÁN, venezolanos, mayores de edad, identificados con las cédulas de identidad números V-4.531.258, V-20.372.768 y V-17.635.934. (Folio 29)

Las anteriores documentales, distinguidas con el número 8, se componen de la copia fotostática simple de documentos públicos, las cuales deben ser valoradas en conformidad con las previsiones del artículo 1357 del Código Civil, en concordancia con el artículo 429 del Código de Procedimiento Civil, así como el artículo 3 de la Ley Orgánica de Identificación, gozando de pleno valor probatorio hasta tanto no sean impugnadas; las mismas constituyen un medio de identificación de los testigos promovidos en la presente solicitud del título supletorio. Así se establece.

Igualmente, consta en actas que en fecha veintiocho (28) de septiembre de dos mil diecisiete (2017), se practicó Inspección Judicial sobre el lote de terreno denominado “LA TURUNGIA”, cuyos datos de ubicación, medidas y linderos constan en el cuerpo de la presente sentencia, oportunidad en la cual se observó la existencia de las siguientes mejoras, bienhechurías e instalaciones:

“ (…) cuatro (04) tanques elevados de aluminio destinado al resguardo de gasoil, cercados con cerca de ciclón; un (01) depósito cerrado construido con paredes de bloques frisadas y pintadas, techos de zinc sobre estructura de hierro, un (01) galpón abierto, con techos de zinc sobre estructura de hierro, pisos de cemento rústico, destinado al resguardo de maquinaria; una (01) construcción de paredes de bloques frisadas y pintadas con techos de laminas galvanizadas, sobre estructura de hierro, puertas y ventanas de hierro y vidrio; pisos de cemento pulido, con divisiones internas destinadas a oficinas; un (01) depósito cerrado construido con paredes de bloques frisadas y pintadas, portones de hierro, pisos de cemento rustico, con un galpón abierto anexo, con techos de acerolit sobre estructura de hierro, destinado al resguardo de maquinarias; un (01) galpón abierto techado con laminas galvanizadas sobe estructura de hierro, pisos de cemento rústico; una (01) casa construida con paredes de bloques frisadas y pintadas, techos de acerolit sobre estructura de hierro, ventanas y puertas de hierro y vidrio, pisos de cemento pulido, con comedor de concreto y recubierto en cerámica; una (01) construcción destinada a baño construida con paredes de bloques frisadas y pintadas, techos de zinc sobre estructura de hierro, pisos de cemento pulido; un (01) tanque cilíndrico de concreto destinado al almacenamiento de agua; se deja constancia que las mejoras y bienhechurias se encuentran totalmente cercada con media pared de bloques en obra limpia y ciclón; asimismo que al momento de la presente actuación, se observaron movimientos de tierra en tres kilómetros aproximadamente, así como la construcción de diecinueve (19) piscinas aproximadamente las cuales se destinaran a la cría de camarones (…).”

Respecto a este medio probatorio, el autor Emilio Calvo Baca, en su obra “Código Civil Venezolano Comentado y Concordado” (Ediciones Libra 2004: Pág. 855), señala que es el “(…) medio probatorio por el que el Juez constata personalmente, a través de todos los sentidos, los hechos materiales que fundamentan la controversia.”, el cual debe ser valorado en conformidad con las previsiones los artículos 472 y 507 del Código de Procedimiento Civil, en concordancia con el artículo 1428 del Código Civil Venezolano, constituyendo plena prueba de los hechos que el Juez aprecie por todos sus sentidos; desprendiéndose de dicho medio probatorio las mejoras, bienhechurías e instalaciones que posee la solicitante, edificadas sobre el lote de terreno denominado “LA TURUNGIA”. Así se establece.

En este mismo sentido, fueron evacuadas las testimoniales de los ciudadanos HELÍ RAMÓN SÁNCHEZ CARDOZO, ROMAN ANTONIO PAZ SÁNCHEZ y NAIROBIS DEL CARMEN PÉREZ MORÁN, cuyas declaraciones reposan en actas, siendo que este órgano jurisdiccional en ejercicio del principio de inmediación, y en atención a las facultades referidas en los artículos 190 y 191 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, estima que las testigos fueron contestes, al detallar el modo, lugar y tiempo en que ocurrieron los hechos sobre los cuales versan sus respuestas, que en el caso que nos ocupa, recayó sobre las mejoras y bienhechurías que conforman el lote de terreno denominado “LA TURUNGIA”. Así se establece.

Finalmente, antes de proceder a dictar el dispositivo en la presente causa, considera importante este órgano jurisdiccional, traer a colación el primer aparte del artículo 11 del Código de Procedimiento Civil, el cual literalmente establece:

“Artículo 11.- (…)
En los asuntos no contenciosos, en los cuales se pida alguna resolución, los Jueces obrarán con conocimiento de causa, y, al efecto, podrán exigir que se amplíe la prueba sobre los puntos en que la encontraren deficiente, y aún requerir otras pruebas que juzgaren indispensables; todo sin necesidad de las formalidades del juicio. La resolución que dictaren dejará siempre a salvo los derechos de terceros y se mantendrá en vigencia mientras no cambien las circunstancias que la originaron y no sea solicitada su modificación o revocatoria por el interesado, caso en el cual, el Juez obrará también con conocimiento de causa”.

En virtud del cual, la sentencia que se dicte en el presente caso, dejará expresa constancia que se dejarán a salvo los derechos que terceros pudieran tener sobre las referidas mejoras y bienhechurías.

Por todo lo anteriormente expuesto, este órgano jurisdiccional considera suficientes los medios probatorios previamente indicados y valorados, para declarar JUSTO TÍTULO SUPLETORIO DE PROPIEDAD a favor de la sociedad mercantil AGROPECURIA LA MAYOLLERA, S.A., representada por su presidente JUAN JOSÉ LINARES FLORES, venezolano, mayor de edad, identificado con la cédula de identidad número V-9.721.310, domiciliado en el municipio Maracaibo del estado Zulia, sobre las mejoras, instalaciones y bienhechurías descritas en la inspección judicial practicada sobre el lote de terreno denominado “LA TURUNGIA”, y así lo hará constar en el dispositivo de la presente decisión. Así se decide.

-IV-
DISPOSITIVO

Por los fundamentos anteriormente expuestos, este Juzgado Agrario Primero de Primera Instancia de la Circunscripción Judicial del estado Zulia, administrando justicia en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la Ley, declara:

1°) ÚNICO: JUSTO TÍTULO SUPLETORIO DE PROPIEDAD a favor de la sociedad mercantil AGROPECUARIA LA MAYOLLERA, S.A., inscrita ante el Registro Mercantil Primero de la Circunscripción Judicial del estado Zulia, en fecha veintiséis (26) de julio de dos mil cinco (2005), bajo el N° 60, Tomo 44-A, e inscrita en el Registro de Información Fiscal (RIF) bajo el N° J-31380824-5, sobre las mejoras, bienhechurías y edificaciones construidas sobre un lote de terreno denominado “LA TURUNGIA”, ubicado en el sector Potreritos, parroquia Potreritos del municipio La Cañada de Urdaneta del estado Zulia, el cual posee una superficie de DOSCIENTOS VEINTICINCO HECTÁREAS CON TRES NOVECIENTOS NOVENTA Y SIETE METROS CUADRADOS (225 Ha. Con 3997 mts²), según levantamiento topográfico realizado por el Instituto Nacional de Tierras, que está alinderado de la siguiente manera: NORTE: Terrenos ocupados por Fundo San Francisco del Estero y Fundo Rancho Alegro; SUR: Terreno ocupado por Fundo San Andrés; ESTE: Vía de penetración Barranquitas-Potreritos y Terrenos ocupados por Fundo La Gloria y Fundo La Esperancita; y, OESTE: Terrenos ocupados por Fundo San Andrés y Fundo la Sorpresita; descritas de la siguiente manera: “(...) cuatro (04) tanques elevados de aluminio destinado al resguardo de gasoil, cercados con cerca de ciclón; un (01) depósito cerrado construido con paredes de bloques frisadas y pintadas, techos de zinc sobre estructura de hierro, un (01) galpón abierto, con techos de zinc sobre estructura de hierro, pisos de cemento rústico, destinado al resguardo de maquinaria; una (01) construcción de paredes de bloques frisadas y pintadas con techos de laminas galvanizadas, sobre estructura de hierro, puertas y ventanas de hierro y vidrio; pisos de cemento pulido, con divisiones internas destinadas a oficinas; un (01) depósito cerrado construido con paredes de bloques frisadas y pintadas, portones de hierro, pisos de cemento rústico, con un galpón abierto anexo, con techos de acerolit sobre estructura de hierro, destinado al resguardo de maquinarias; un (01) galpón abierto techado con laminas galvanizadas sobe estructura de hierro, pisos de cemento rustico; una (01) casa construida con paredes de bloques frisadas y pintadas, techos de acerolit sobre estructura de hierro, ventanas y puertas de hierro y vidrio, pisos de cemento pulido, con comedor de concreto y recubierto en cerámica; una (01) construcción destinada a baño construida con paredes de bloques frisadas y pintadas, techos de zinc sobre estructura de hierro, pisos de cemento pulido; un (01) tanque cilíndrico de concreto destinado al almacenamiento de agua; se deja constancia que las mejoras y bienhechurias se encuentran totalmente cercada con media pared de bloques en obra limpia y ciclón; asimismo que al momento de la presente actuación, se observaron movimientos de tierra en tres kilómetros aproximadamente, así como la construcción de diecinueve (19) piscinas aproximadamente las cuales se destinaran a la cría de camarones (…).”

Esto en conformidad con los artículos 11 y 937 del Código de Procedimiento Civil, dejándose a salvo los derechos que terceros puedan tener sobre las mismas, instándose al beneficiario a acogerse a los mecanismos de participación y regularización establecidos en la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario.

Devuélvanse los originales con sus resultas a la parte interesada, previa certificación por Secretaría.

PUBLÍQUESE y REGÍSTRESE.

Déjese copia certificada por Secretaria de la presente sentencia, en conformidad con lo establecido en el artículo 248 del Código de Procedimiento Civil.

Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho del Juzgado Agrario Primero de Primera Instancia de la Circunscripción Judicial del estado Zulia, en Maracaibo a los dieciséis (16) días del mes de octubre del año dos mil diecisiete (2017). Años: 207° de la Independencia y 158° de la Federación.
EL JUEZ PROVISORIO,

ABOG. MARCOS ENRIQUE FARÍA QUIJANO. EL SECRETARIO,

ABOG. CARLOS ANDRÉS ALBORNOZ CHACÍN.
En la misma fecha, siendo las dos y treinta minutos de la tarde (02:30 p.m.), se dictó y publicó la presente sentencia bajo el Nº 106-2017, se expidió la copia certificada ordenada y se archivó en el copiador de sentencias de este Juzgado.
EL SECRETARIO,

ABOG. CARLOS ANDRÉS ALBORNOZ CHACÍN.