REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
EN SU NOMBRE
JUZGADO AGRARIO PRIMERO DE PRIMERA INSTANCIA
DE LA CIRCUNSCRIPCION JUDICIAL DEL ESTADO ZULIA.
Maracaibo, Primero (01) de Octubre de dos mil trece (2013)
203° y 154°
-I-
IDENTIFICACIÓN DE LA PARTE SOLICITANTE.
PARTE SOLICITANTE: Ciudadano ROGELIO ENRIQUE ARTEAGA PARRA, venezolano, mayor de edad, titular de la cédula de identidad Nro. V-5.136.453, domiciliado en el Municipio Sucre del estado Zulia, y de tránsito por este Municipio.
ABOGADOS ASISTENTES DE LA PARTE SOLICITANTE: MARIA VIRGINIA TARRE SUAREZ y, JOSÉ CARLOS CABEZA VALERA, venezolanos, mayores de edad, titulares de la Cédulas de Identidad No V-13.659.375 y V.-10.940.889, e inscritos en el Inpreabogado bajo los Nos.105.109 y 70.102, domiciliados en los Municipios Maracaibo del estado Zulia y Libertador del estado Mérida respectivamente.
MOTIVO: Solicitud de Medida Autónoma de Protección a la Producción Agroalimentaria, a la Biodiversidad y al Ambiente.
-II-
NARRATIVA
En fecha 30 de Julio de 2013, elciudadano ROGELIO ENRIQUE ARTEAGA PARRAantes identificado, asistido por la Abogada MARIA VIRGINIA TARRE SUAREZ, introduce por ante el JUZGADO AGRARIO PRIMERO DE PRIMERA INSTANCIA DE LA CIRCUNSCRIPCION JUDICIAL DEL ESTADO ZULIA, solicitud de ampliación de la medida autónoma de protección a la producción agroalimentaria decretada sobre el predio Buena Esperanza, con sus recaudos probatorios, siendo recibida en la respectiva fecha por la Secretaria Natural de este Tribunal.
En la misma fecha este juzgado le dio entrada, curso de ley, ordenó evacuar inspección judicial, sobre el predios rustico denominado “BUENA ESPERANZA”,ubicado en el sector El Pino, caserío San Francisco del Pino, en jurisdicción de las Parroquias Heras y Monseñor Álvarez, del Municipio Sucre del estado Zulia, el cual posee una cabida de MIL CINCUENTA HECTAREAS CON TREINTA Y SEIS AREAS ( 1050 has con 36 áreas); el cual se encuentra alinderado de la siguiente manera: NORTE: colinda con el Rio Chimono, parcelero, hacienda Puerta Alegre, hacienda Santa Marta, German Solarte y Mariano Pernia; SUR: colinda con Eduardo Luque, parceleros, hacienda la Trinidad, German Orales, Parceleros y parte del Rio Frio; ESTE: colinda con parte del Rio Chimono, hacienda Ronkolita, Ing. González y parceleros; y OESTE: colinda con el Rio Frio y hacienda Macarapana, la cual fue fijada para el día ocho de Agosto a partir de las ocho y treinta de la mañana (8:30 a.m.) y señaló que con respecto a la Medida Solicitada, se resolverá por medio de auto por separado.
En fecha ocho (08) de Agosto del año dos mil trece (2013), este Tribunal procedió a trasladarse y constituirse sobre los predios del fundo antes identificado, y procedió a llevar a cabo la inspección judicial desde las diez y quince de la mañana (10:15 a.m.) hasta las dos y cuarenta (2:40 p.m) de la tarde.
-III-
DE LAS PRUEBAS
• Registro de predios del INTI bajo el Nro. 042320050038.
• Documento de compra del fundo la esperanza ubicado en el sector El Pino, caserío San Francisco del Pino, en jurisdicción de las Parroquias Heras y Monseñor Álvarez, del Municipio Sucre del estado Zulia, el cual posee una cabida de MIL CINCUENTA HECTAREAS CON TREINTA Y SEIS AREAS ( 1050 has con 36 áreas); el cual se encuentra alinderado de la siguiente manera: NORTE: colinda con el Rio Chimono, parcelero, hacienda Puerta Alegre, hacienda Santa Marta, German Solarte y Mariano Pernia; SUR: colinda con Eduardo Luque, parceleros, hacienda la Trinidad, German Orales, Parceleros y parte del Rio Frio; ESTE: colinda con parte del Rio Chimono, hacienda Ronkolita, Ing. González y parceleros; y OESTE: colinda con el Rio Frio y hacienda Macarapana, debidamente registrado bajo el número 43, Tomo II, protocolo primero, correspondiente al cuarto trimestre del año 2004en el registro subalterno del Municipio Autónomo Sucre.
• Copia Simple del levantamiento de plano Topográfico del fundo realizado por el INTI.
• Constancia sanitaria de pruebas de brucelosis, y tuberculosis, así como de vacunación expedida por el Coordinador de Salud Animal Integral del Municipio CARRACCIOLO PARRA OLMEDO.
• Inspección Judicial realizada por este Juzgado Agrario Primero de Primera Instancia de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia en fecha 08 de Agosto.
• Registro Nacional Agrícola del INTI Nro. 042320050048 de fecha 07 de Agosto de 2012.
• Copia Simple del Certificado Electrónico de Solvencia del Seguro Social, expedido por el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales.
Ahora bien, vistas para referidas pruebas este Tribunal las admiten por no ser manifiestamente ilegal, ni impertinente, los medios probatorios que posteriormente serán analizados.
CONSIDERACIONES PARA DECIDIR
Ahora bien, este Juzgador, estando dentro de la oportunidad procesal correspondiente hace las siguientes consideraciones:
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en su artículo 305 establece la obligación del Estado de proteger y tutelar la Producción Agroalimentaria de nación de la siguiente manera:
“El Estado promoverá la agricultura sustentable como base estratégica del desarrollo rural integral a fin de garantizar la seguridad alimentaria de la población; entendida como la disponibilidad suficiente y estable de alimentos en el ámbito nacional y el acceso oportuno y permanente a éstos por parte del público consumidor. La seguridad alimentaria se alcanzará desarrollando y privilegiando la producción agropecuaria interna, entendiéndose como tal la proveniente de las actividades agrícola, pecuaria, pesquera y acuícola.
La producción de alimentos es de interés nacional y fundamental para el desarrollo económico y social de la Nación. A tales fines, el Estado dictará las medidas de orden financiero, comercial, transferencia tecnológica, tenencia de la tierra, infraestructura, capacitación de mano de obra y otras que fueren necesarias para alcanzar niveles estratégicos de autoabastecimiento. Además, promoverá las acciones en el marco de la economía nacional e internacional para compensar las desventajas propias de la actividad agrícola.
En este orden de ideas, la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario en su artículo 196, continúa el lineamiento anterior, y mantiene la uniformidad del ordenamiento legal, estableciendo la necesidad de protección por parte del Estado para evitar que la producción Agroalimentaria se desmejore y lo expresa de la siguiente manera:
“El Juez o Jueza Agrario debe velar por el mantenimiento de la seguridad agroalimentaria de la Nación y el aseguramiento de la biodiversidad y la protección ambiental. En tal sentido, el Juez o Jueza agrario, exista o no juicio, deberá dictar oficiosamente las medidas pertinentes a objeto de asegurar la no interrupción de la producción agraria y la preservación de los recursos naturales renovables, haciendo cesar cualquier amenaza de paralización, ruina, desmejoramiento o destrucción. Dichas medidas serán vinculantes para todas las autoridades públicas, en acatamiento del principio constitucional de seguridad y soberanía nacional.”
Con el artículo anterior se pone en manifiesto el espíritu del legislador de dar amplias facultades al Juez Agrario, para dictar a solicitud de parte o de oficio, medidas cautelares provisionales o Autónomas en protección de los derechos del productor rural, los bienes agropecuarios, la utilidad pública de las materias agrarias, el interés general de esa actividad, el proceso agroalimentario y los recursos naturales renovables. Todo esto a los fines, de activar los mecanismos necesarios para salvaguardar la producción agroalimentaria, de la biodiversidad y la protección ambiental; dando así un paso adelante en relación al desarrollo de lo consagrado en la nuestra Carta Magna, como ley programática, con la protección de la actividad agraria.
Al incluir estas medidas autónomas en nuestro sistema legal, Venezuela, se ubica dentro de los países pioneros en Latinoamérica, en la inclusión y aplicación de este tipo de procedimiento, basado en técnicas modernas y más ajustadas a la solución de los conflictos de la materia que nos ocupa.(Procedimientos Agrarios)
Ahora bien, esta facultad de los jueces agrarios, requiere un pronunciamiento, el cual debe ser razonado y fundamentado tanto en los supuestos de hecho como en los principios de derecho; de manera que estamos frente a una sentencia.
En este sentido el Juez debe seguir las reglas generales de derecho, motivar y razonar su fallo, lo que corresponde a la definición nominal de este novísimo instituto procesal que empieza a dar sus pasos dentro de las normativa legal venezolana, así como los requisitos esenciales para la procedibilidad del decreto de medidas autónoma, de acuerdo a la Doctrina Argentina, utilizando para el caso en concreto el derecho comparado, esto por no contar con un procedimiento regulado por nuestra legislación.
La doctrina especializada que ha tratado el presente tema, ha dejado sentado que las Medidas Autónomas se conceptualizan de la forma siguiente:
Para el autor Argentino Osvaldo Ontiveros, en su obra “La Obligación Legal del Artículo 68º de la Ley Nº 24.449 y las Medidas Autosatisfactivas. (2002)”, afirma que:
Las medidas autosatisfactivas, también llamadas medidas de efectividad inmediata, se podrían definir como aquellas soluciones jurisdiccionales urgentes, autónomas, despachables, in audita altera pars y mediando una fuerte probabilidad de que los planteamientos formulados sean atendibles. Constituyen un requerimiento urgente que se agota con su despacho favorable, siendo innecesario iniciar una ulterior acción principal para evitar su caducidad o decaimiento. Estas medidas provocan la satisfacción definitiva del interés del actor.”
El referido autor continua enunciando que, a diferencia de una medida cautelar, la medidas autosatisfactivas, no son accesorias a un proceso principal, ni están orientadas a resguardar la efectividad de una sentencia futura; por el contrario, el decreto de esta medida persigue que el juez emita un juicio de valor, casi siempre, in limine, sobre el fondo de la pretensión hecha valer, cuando por la singularidad del objeto de la pretensión, resulte la necesidad inminente de satisfacer al pretensor y así evitar la frustración definitiva de su derecho.
De un análisis en concreto de lo establecido anteriormente, se puede inferir que las Medidas Autónomas son de requerimiento urgente, formulado al Órgano Jurisdiccional por los justiciables. Dicha medida se agota con su despacho favorable, sin ser necesaria la iniciación de una ulterior acción principal para evitar su caducidad o decaimiento. Se trata pues, de medidas que se determinan, al margen de la tutela judicial clásica, por la satisfacción definitiva y única de la pretensión.
Ahora bien, de un análisis de la doctrina Argentina, utilizando el derecho comparado como referencia, en virtud de no contar con un iter procesal en nuestra legislación sobre esta materia, se observó que las Medidas Autónomas poseen los siguientes requisitos de procedibilidad, que a continuación se discriminan:
(a) Situación de Urgencia. Para el autor Rolando Martel (2004) en su obra Tutela Cautelar y medidas Autosatisfactivas en el proceso Civil. Lima: Palestra Editores. p. 34,este presupuesto está referido a una situación urgente que exige tutela inmediata e imprescindible de parte del Órgano Jurisdiccional del Estado, a través de una decisión que satisfaga la pretensión, pero en un lapso oportuno, es decir, en forma inmediata, porque de no decretarse y ejecutarse la medida daría lugar a la frustración del derecho que el actor quiere proteger, o se le produciría un daño que sería de muy difícil o imposible reparación.
(b) Fuerte Probabilidad del Derecho. Para el autor Rolando Martel (2004) en su obra Tutela Cautelar y medidas Autosatisfactivas en el proceso Civil. Lima: Palestra Editores. p. 38, este presupuesto, referido a la alta probabilidad que el derecho invocado sea atendible o amparado, debe el actor convencer al juez que le asiste la razón, en el derecho pretendido. De manera pues, que para decretar favorablemente la medida Autosatisfactiva, el Juez Agrario, debe concluir que el solicitante tiene un interés cierto y manifiesto, frente a una evidencia de derecho; debe aparecer muy clara, y sin ambigüedades de ninguna índole, a fin de que el juzgador no tenga duda alguna acerca de la procedencia del derecho pretendido por el actor.
(c) Contracautela. Monroy (2002), en su obra Bases para la información de una Teoría cautelar.Lima: Ediciones Comunidad. afirma que para la mayoría de la doctrina, el término señalado, constituye un presupuesto de las medidas cautelares, y su nomem juris da a entender que la contracautela es lo contrario a la cautela, y efectivamente este es el origen de dicho término, pues con la medida cautelar se garantiza la efectividad de la resolución que en su momento podría amparar el derecho pretendido por el demandante, el emplazado no puede quedar totalmente des protegido frente al dictado de una medida de esta naturaleza ante la eventualidad que se desestime la pretensión principal, es por ello que el legislador trata de proteger a esta última parte con otra cautela, a la cual se denomina contracautela.
De lo anterior, quien aquí juzga, afirma que la procedencia de las medidas autosatisfactivas la cual se encuentra condicionada a la concurrencia simultanea de circunstancias excepcionales, considerando la situación de urgencia, la fuerte probabilidad del derecho y la contracautela; siendo considerado al momento de responder al objetivo específico centrado en examinar la fundabilidad de las medidas autosatisfactivas en el Derecho comparado.
En las medidas cautelares, como en las medidas autosatisfactivas, dicho autor Rolando Martel (2004), antes señalado, acota que el juez tiene un conocimiento periférico o reducido de la cuestión, compatible con la urgencia del despacho de dichas medidas. Esto en doctrina se denomina summariacognitiopropia del proceso cautelar que impide un análisis profundo de las múltiples circunstancias de hecho y de derecho que rodean las relaciones jurídicas.
En definitiva, en las medidas cautelares como en las autosatisfactivas, el juicio del juzgador es un juicio de probabilidades sobre la fundabilidad del derecho alegado, pero no será nunca un juicio de certeza plena, y si bien puede haber una diferencia cuantitativa en la probabilidad de la verosimilitud del derecho, esa diferencia no será de ninguna manera esencial o cualitativa porque nunca podrá llegarse a la certeza exigida constitucionalmente al juzgador para emitir un juicio definitivo sobre el derecho en cuestionamiento.
Ahora bien, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, con ponencia del Magistrado: FRANCISCO ANTONIO CARRASQUERO LÓPEZ. Se pronunció y es necesario traer a colación extractos de la sentencia que recayó en el expediente número 203-0839, de fecha nueve (09) de mayo de dos mil seis (2006), cuando declaró que es constitucional el artículo 207 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, en donde textualmente estableció que:
“A su vez se desprende que la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario incrementa el poder cautelar general del juez. Así, como se ha señalado el artículo 198, el cual le establece al juzgador una serie de principios y objetivos que deben dirigir su conducta en el proceso, a los fines de proteger el interés colectivo, cuando advierta que está amenazada la continuidad del proceso agroalimentario o se ponen en peligro los recursos naturales renovables, sin que el operador de justicia deba ceñirse a requisitos fundamentales para el ejercicio de la potestad cautelar, sino que es el análisis del juez el que le permite determinar, dentro del proceso, que puede decretar medidas preventivas, tomando en consideración la situación fáctica concreta para dictaminarlas, todo ello orientado a proteger los derechos del productor, los bienes agropecuarios, y en fin, el interés general de la actividad agraria. Con fundamento a lo mencionado y a las precitadas normas y dado que este operador de justicia debe velar por el interés general de la actividad agraria, resulta para este tribunal un hecho notorio que sobre el predio en cuestión existe una producción agrícola sustentada y proyectada a la satisfacción de la producción agroalimentaria…”
Se puede concluir de las precitadas máximas, de las pruebas aportadas por la parte solicitante y de lo arrojado por la Inspección Judicial evacuada por este Despacho Judicial en fecha 12 de Julio de 2013, es evidente la producción inherente al predio rustico denominado“BUENA ESPERANZA”, ubicado en el sector El Pino, caserío San Francisco del Pino, en jurisdicción de las Parroquias Heras y Monseñor Álvarez, del Municipio Sucre del estado Zulia, el cual posee una cabida de MIL CINCUENTA HECTAREAS CON TREINTA Y SEIS AREAS ( 1050 has con 36 áreas); el cual se encuentra alinderado de la siguiente manera: NORTE: colinda con el Rio Chimono, parcelero, hacienda Puerta Alegre, hacienda Santa Marta, German Solarte y Mariano Pernia; SUR: colinda con Eduardo Luque, parceleros, hacienda la Trinidad, German Orales, Parceleros y parte del Rio Frio; ESTE: colinda con parte del Rio Chimono, hacienda Ronkolita, Ing. González y parceleros; y OESTE: colinda con el Rio Frio y hacienda Macarapana, por lo cual es primordial que sea TUTELADO POR ESTE ORGANISMO DE JUSTICIA, ya que, se dejó constancia a través de los sentidos, que en dicho fundo, se despliega la actividad agropecuaria de ganado vacuno mestizo en la producción de doble propósito (carne-leche); que a continuación se clasifican: vacas paridas quinientos veintisiete (527), becerros quinientos veintisiete (527), mautas y mautos ochocientos cinco (805), novillas doscientos sesenta y cinco (265), novillos doscientos cincuenta (250), toros dieciocho (18), vaca escotera ciento setenta (170), con una producción de leche de entre 3000 y 3500 litros diarios aproximadamente, con una venta de novillos 250 novillos al año con un peso de aproximado de 470 KG por novillo que hace un aproximado de ciento diecisiete mil quinientos kilos carne (117.500 Kg) en pie,con una capacidad de carga animal de 2.44 por hectáreas. Aunado a esto, se pudo constatar que el ciudadano ROGELIO ENRIQUE ARTEAGA PARRA, ejerce la posesión del predio rustico esto según lo arrojado por la inspección judicial ut-supra mencionada, y por la Registro Nacional Agrícola del INTI Nro. 042320050048 de fecha 07 de Agosto de 2012 Y registro de predios del INTI Nro. 042320050038.
El ciudadano ROGELIO ENRIQUE ARTEAGA PARRA cumple con sus deberes Sociales hacia sus trabajadores, esto de lo que se desprende del comprobante de Certificado Electrónico de Solvencia del Seguro Social, expedido por el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, el cual se encuentra vigente.
Finalmente, se pudo corroborar, que existe un peligro inminente que la Producción de Levante y ceba de ganado vacuno desplegada en el precitado predio rustico pueda ser mermada, desmejorada o arruinada debido a la delicada situación que se presenta en la zona donde se encuentra ubicado el fundo, por el peligro de ocupación de personas ajenas al poseedor la producción ejercida en el lote de terreno, ya que el mismo ha sido perturbado con anterioridad como consta en los folios ciento once (111) al ciento dieciséis (116).
Ahora bien, este juzgador de análisis de las actas que forman el expediente se desprende que la medida cautelar decretada fue decretada por un año de vigencia,
Según lo visto por las pruebas aportadas y bajo un juicio de verosimilitud; este juzgador haciendo uso de las facultades oficiosas y asegurativas que le concede el artículo 196 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario en concordancia con el artículo 305 de la Constitución Bolivariana de Venezuela, observa que se encuentran llenos los extremos legales, y por consiguiente decreta, MEDIDA AUTÓNOMA DE PROTECCIÓN A LA PRODUCCIÓN AGROALIMENTARIA, A LA BIODIVERSIDAD Y AL AMBIENTE, a los efectos de salvaguardar la actividad agroproductiva de cebe y levante de ganado vacuno mestizo que se despliega en el predio rustico anteriormente mencionado, y así evitar que se arruine o se deterioré, la cual tendrá una vigencia de un (01) año, esto debido al tipo de actividad agroproductiva desplegada en el precitado lote de terreno, con fundamento en el ciclo biológico, el tipo de pasto y de terreno; así como las máximas experiencias aportadas por el practico designado en la inspección judicial evacuada por este despacho en fecha 09 de Agosto de 2013. ASI SE DECIDE.
-VI-
DISPOSITIVO
En virtud de los fundamentos anteriormente expuestos, este JUZGADO AGRARIO PRIMERO DE PRIMERA INSTANCIA DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO ZULIA, Administrando Justicia en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la ley, DECRETA:
PRIMERO: MEDIDA AUTÓNOMA DE PROTECCIÓN A LA PRODUCCIÓN AGROALIMENTARIA, A LA BIODIVERSIDAD Y AL AMBIENTE; el predio rustico denominado“BUENA ESPERANZA”, ubicado en el sector El Pino, caserío San Francisco del Pino, en jurisdicción de las Parroquias Heras y Monseñor Álvarez, del Municipio Sucre del estado Zulia, el cual posee una cabida de MIL CINCUENTA HECTAREAS CON TREINTA Y SEIS AREAS ( 1050 has con 36 áreas); el cual se encuentra alinderado de la siguiente manera: NORTE: colinda con el Rio Chimomó, parcelero, hacienda Puerta Alegre, hacienda Santa Marta, German Solarte y Mariano Pernía; SUR: colinda con Eduardo Luque, parceleros, hacienda la Trinidad, German Orales, Parceleros y parte del Rio Frio; ESTE: colinda con parte del Rio Chimomó, hacienda Ronkolita, Ing. González y parceleros; y OESTE: colinda con el Rio Frio y hacienda Macarapana a favor del Ciudadano ROGELIO ENRIQUE ARTEAGA PARRA, venezolano, mayor de edad, titular de la cédula de identidad Nro. V-5.136.453, domiciliado en el Municipio Sucre del estado Zulia, y de tránsito por este Municipio; en contra de cualquier acto perturbatorio realizado por terceras personas ajenas al fundo que este destinado a desmejorar o a arruinar el ambiente y la actividad pecuaria desplegada en el referido lote de terreno. ASÍ SE DECIDE.
SEGUNDO: La vigencia de la medida ut supra decretada será de un (01) año, contados a partir de la publicación de la presente providencia cautelar, esto en virtud a la actividad que se despliega en el referido fundo. ASÍ SE DECIDE.
TERCERO: Se ordena Notificar mediante oficio al PRESIDENTE DEL INSTITUTO NACIONAL DE TIERRAS CIUDADANO WILLIAM GUDIÑO PERALTA y de la Oficina Regional de Tierras Sur del Lago del estado Zulia. ASÍ SE DECIDE.
CUARTO: Se Ordena notificar mediante oficio a las Fuerzas Armadas Bolivarianas esto es, a la Guarnición Militar del estado Zulia, Guardia Nacional Bolivariana CORE 3, a la Guardia Nacional Bolivariana con sede en el Municipio Sucre del estado Zulia, y a las Fuerzas Policiales del estado Zulia (Policía Regional Bolivariana con sede en el Municipio Sucre del estado Zulia); dicha medida es vinculante para todas las autoridades públicas en acatamiento del principio Constitucional de Seguridad y Soberanía Nacional, ya que su incumplimiento pudiera ser considerado como desacato a la orden impartida por este Juzgado; Así mismo, se Ordena reproducir seis (06) ejemplares del presente decreto cautelar a los efectos de remitirlos con la notificación a los organismos de seguridad del Estado. ASÍ SE DECIDE.
PUBLÍQUESE, NOTIFÍQUESE Y OFÍCIESE.
Dada, firmada y sellada en la Sala del Despacho del JUZGADO AGRARIO PRIMERO DE PRIMERA INSTANCIA DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO ZULIA, en Maracaibo, al primer día de Octubre de dos mil trece (2013). 203° de la Independencia y 154° de la Federación.-
EL JUEZ SUPLENTE ESPECIAL,
Mgs. LUÍS ENRIQUE CASTILLO SOTO
LA SECRETARIA
Mgs .MARÍA JOSÉ GÓMEZ ROJAS.
En la misma fecha, siendo las una y treinta minutos de la tarde (01:30 pm), previo el anuncio de Ley a las puertas del Despacho, se dictó y publicó el fallo que precede. Se expidió la copia certificada ordenada y se archivó en el copiador de la sentencia de este Juzgado.- Asimismo se libró los oficios signados con los números 562-2013, 566-2013,570-2013, 574-2013, 578-2013,582-2013,
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LA SECRETARIA
Mgs .MARÍA JOSÉ GÓMEZ ROJAS.
Exp. 3906.
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