REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
EN SU NOMBRE:
EL JUZGADO PRIMERO DE PRIMERA INSTANCIA CIVIL, MERCANTIL Y DEL TRÁNSITO DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO ZULIA
Expediente No. 44.733
Por cuanto la presente causa se encuentra pendiente por sentencia interlocutoria que resuelva las cuestiones previas promovidas por la parte actora, previo a ese pronunciamiento el Tribunal precisa hacer las siguientes consideraciones:
Se inició el presente juicio por demanda de reivindicación presentada por el ciudadano Freddy Ernesto Rumbos Atencio, venezolano, mayor de edad, titular de la cédula de identidad número 13.623.674, profesional del derecho, inscrito en el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo el número 91.243, actuando con el carácter de apoderado judicial de los ciudadanas Lorelis Carolina Parra Bermúdez y Aderís Mairet Parra Bermúdez, venezolanas, mayores de edad, titulares de las cédulas de identidad números 14.657.311 y 13.297.656, respectivamente, domiciliadas en la ciudad de Maracaibo del estado Zulia. Actúan en contra de la ciudadana Carmen Alicia Hinestroza, quien es venezolana, mayor de edad, titular de la cédula de identidad número 9.740.158, del mismo domicilio.
En el libelo de la demanda, se lee que la identificada ciudadana se encuentra ocupando ilegal e ilegítimamente un inmueble constituido por una casa-quinta signada con el número 2C-52, ubicada en la calle 78 (Dr. Portillo), en jurisdicción de la parroquia Bolívar del municipio Maracaibo del estado Zulia, con una superficie aproximada de trescientos setenta y cinco metros cuadrados (375 m2) y comprendida dentro de los siguientes linderos y medidas: Norte: en quince metros (15 m), con propiedad que es o fue de Olga Casanova; Sur: en igual longitud, con calle 78 (Dr. Portillo); Este: en veinticinco metros (25 m), con vía pública; y, Oeste: en igual longitud, con inmueble que es fue de Eduardo Barboza.
Sobre el deslindado inmueble acusan propiedad las demandantes, ciudadanas Lorelis Carolina Parra Bermúdez y Aderís Mairet Parra Bermúdez, según documento protocolizado en la Oficina Subalterna del Primer Circuito de Registro del municipio Maracaibo del estado Zulia, en fecha 07 de septiembre de 2006, bajo el Nº 11, tomo 37, Protocolo Primero.
En el petitorio, piden que la ciudadana Carmen Alicia Hinestroza convenga en que la parte actora es la única y exclusiva propietaria del inmueble antes identificado; en que ella no tiene ningún título ni mejor derecho para ocupar ese inmueble, en que una vez quede firme la sentencia, se sirva entregarles el inmueble, totalmente desocupado de personas y cosas.
En el presente caso, aprecia el Tribunal que el fin último de la demanda de autos, es la desocupación del inmueble como consecuencia inminente y provocada de la reivindicación del mismo, por la presunta posesión precaria que sobre él ejerce la ciudadana Carmen Alicia Hinestroza.
Aprecia también el Tribunal que le son inherentes al derecho de propiedad los atributos que la integran, a saber: el uso, goce y disfrute de la cosa, y que uno de ellos, (el disfrute) puede ser afectado por la posesión ilegítima de la cosa por parte de un tercero, caso en el que el sedicente propietario puede reivindicarla, lo que devendrá, si prospera la demanda, la inevitable desocupación del inmueble. Consecuencia de ello es que la continuación de la presente causa, en el estado actual de las cosas, compromete la ocupación del bien inmueble antes señalado por parte de la ciudadana Carmen Alicia Hinestroza y de hecho de cualquier otra persona, ya que indefectiblemente la consecuencia de la reivindicación del inmueble, es la solicitud y consecuente acuerdo de poner al presunto propietario en posesión del mismo, libre de personas y cosas, tal y como la misma parte actora lo solicita.
Es así que determina este Tribunal, que el presente juicio es de aquellos que pudieran derivar en una decisión cuya práctica material comporte la pérdida de la posesión o tenencia de un inmueble destinado a vivienda principal; y más aun, que la ejecución del fallo comporta una inminente desposesión material del bien inmueble objeto de la demanda, si eventualmente le asiste la razón a la parte demandante.
Al respecto, el Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley contra el Desalojo y la Desocupación Arbitraria de Viviendas, señala en su artículo 5°, tanto como sigue:
Previo al ejercicio de cualquier otra acción judicial o administrativa que pudiera derivar en una decisión cuya práctica material comporte la pérdida de la posesión o tenencia de un inmueble destinado a vivienda principal, en perjuicio de alguno de los sujetos protegidos por este Decreto-Ley, deberá tramitarse por ante el Ministerio con competencia en materia de hábitat y vivienda, el procedimiento descrito en los artículos subsiguientes.
En el presente caso, el supuesto de hecho se compadece con la norma referida, por lo que este juicio es de los que precisa agotar la vía administrativa antes de su continuación. Sin embargo, es justo reconocer que para el momento en el que entró en vigencia el Decreto-Ley, ya el procedimiento de marras estaba llevándose a cabo, habiendo alcanzado en la actualidad, el estado de dictar sentencia interlocutoria de cuestiones previas. Esta particular condición, hace menester la aplicación del artículo 4° del referido Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley contra el Desalojo y la Desocupación Arbitraria de Viviendas, en el cual se establece:
A partir de la publicación del presente Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley en Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela, no podrá procederse a la ejecución de desalojos forzosos o a la desocupación de viviendas mediante coacción o constreñimiento contra los sujetos objeto de protección indicados en este Decreto Ley, sin el cumplimiento previo de los procedimientos especiales establecidos, para tales efectos, en el presente Decreto-Ley.
Los procesos judiciales o administrativos en curso para la entrada en vigencia de este Decreto-Ley, independientemente de su estado o grado, deberán ser suspendidos por la respectiva autoridad que conozca de los mismos, hasta tanto las partes acrediten haber cumplido el procedimiento especial previsto en este Decreto-Ley, luego de lo cual, y según las resultas obtenidas, tales procesos continuarán su curso.
Dos importantes implicaciones comportan la aplicación al caso de especie de la mencionada norma: en primer lugar, que por cuanto la reivindicación del bien inmueble representa su desocupación, la ejecución de esa orden se encuentra proscrita expresamente por el encabezamiento del artículo 4° ibidem. Y, en segundo lugar, y más importante aun por la instancia de cognición en la que se encuentra el expediente, el único aparte del artículo resuelve la situación de los juicios que ya estaban en curso cuando entró en vigencia la ley, no dejando duda alguna sobre la necesidad de su paralización, independientemente en el estado o grado en el que se encuentre. Paralización que cesará una vez conste en actas la acreditación del cumplimiento del procedimiento administrativo previo a las demandas y, desde luego, dependiendo de las resultas que él arroje.
En el presente caso, se observa que procede la paralización de la causa a que hace referencia la norma citada (artículo 4° in fine). Admitir lo contrario equivale a desconocer el empeño del Estado en resolver el problema habitacional en Venezuela, propósito al cual se adosa el referido Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley contra el Desalojo y la Desocupación Arbitraria de Viviendas, que busca garantizar a todos los y las habitantes el respeto y la protección del hogar, la familia, la seguridad personal, la salud física y mental, que implican el derecho a no ser desalojados arbitrariamente; y establecer procedimientos especiales para garantizar que los desalojos forzosos se hagan previa garantía del derecho a la defensa y acompañado de una política de protección de las familias y las personas en el acceso a la vivienda, tal y como lo señala su exposición de motivos.
En definitiva, el presente procedimiento deberá ser suspendido de conformidad con el artículo 4° del Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley contra el Desalojo y la Desocupación Arbitraria de Viviendas, en concatenación con el artículo 5° ejusdem, tal y como lo hará de manera expresa, positiva y precisa este Tribunal en la parte final del fallo que se dicta. Suspensión que se mantendrá hasta que las partes acrediten haber cumplido el procedimiento especial previsto en el mencionado Decreto-Ley, luego de lo cual, y según las resultas obtenidas, continuará su curso. Así se decide.
En criterio tejido al hilo de los fundamentos que anteceden, este Juzgado Primero de Primera Instancia Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia, administrando Justicia en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la Ley declara SUSPENDIDA la presente acción de reivindicación, incoada por las ciudadanas Lorelis Carolina Parra Bermúdez y Aderís Mairet Parra Bermúdez, en contra de la ciudadana Carmen Alicia Hinestroza.
Publíquese y regístrese. Déjese copia certificada por Secretaría de conformidad con lo dispuesto en el artículo 248 del Código de Procedimiento Civil, en concordancia con lo establecido en el artículo 1.384 del Código Civil y a los fines previstos en los ordinales 3° y 9° del artículo 72 de la Ley Orgánica del Poder Judicial.
Dada, sellada, y firmada, en la Sala de Despacho del Juzgado Primero de Primera Instancia Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia, en Maracaibo, a los veinte (20) días del mes de julio del año dos mil once (2011). Años 201° de la Independencia y 152° de la Federación.-
La Juez,
(Fdo.)
Dra. Eileen Lorena Urdaneta Núñez
La Secretaria,
(Fdo.)
Abg. Militza Hernández Cubillán
En la misma fecha, siendo las _______, se dictó y publicó la resolución que antecede, previo el cumplimiento de las formalidades de Ley, quedando anotada bajo el No. ________, en el libro correspondiente. La Secretaria, (Fdo.) Quien suscribe, la Secretaria de este Juzgado, Abg. Militza Hernández Cubillán, hace constar que la presente copia es fiel y exacta de su original, correspondiente al fallo dictado en el Expediente No. 44.733. Lo certifico, en Maracaibo a los veinte (20) días del mes de julio de 2011.












ELUN/yrgf