Se inicia el presente procedimiento cuando por ante el Tribunal Distribuidor de Protección del Niño y del Adolescente de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia, sede Cabimas, fue presentado escrito por la ciudadana ANA YELITZA MEDINA ROJAS, titular de la cédula de identidad No.V-13.839.481, asistida por la abogada en ejercicio ELIZABETH HERNANDEZ QUIJADA, inscrita en el Inpreabogado bajo No.33800, mediante el cual expone que en fecha veintitrés (23) de Diciembre de dos mil uno (2001) contrajo matrimonio civil con el ciudadano MIGUEL ANGEL PEROZO PINEDA, venezolano, mayor de edad, titular de la Cédula de Identidad No.V-7.869.676 por ante el Jefe Civil de la Parroquia Ambrosio del Municipio Cabimas del Estado Zulia, fijando el domicilio conyugal en la calle Chile, Sector Las 40, detrás de D’Cándido, casa No. 12-D en jurisdicción del Municipio Cabimas del Estado Zulia y de dicha unión matrimonial procrearon dos (02) hijos, (CUYOS NOMBRES SE OMITEN DE CONFORMIDAD CON LO ESTABLECIDO EN EL ARTICULO 65 DE LA LEY ORGANICA PARA LA PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE). Siendo el caso, que desde hace aproximadamente ocho (08) meses su cónyuge ha ido cambiando su conducta normal como esposo y constantemente discute con ella por cualquier cosa, lo que cada día hace insoportable la convivencia con el, afectándola física, emocional y psicológicamente no soportando mas esa situación y con el fin de salvaguardar su integridad física y emocional y en beneficio del interés superior de sus menores hijos solicita autorización para abandonar el hogar conyugal en compañía de sus hijos.
Por distribución le corresponde a este Tribunal conocer de dicho procedimiento, por lo que en fecha veintitrés (23) de Septiembre de dos mil ocho (2008) se le da entrada, ordenándose lo conducente al caso entre ello la notificación del ciudadano MIGUEL ANGEL PEROZO PINEDA y la notificación de la Fiscal Trigésima Sexta del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia.
Consta al folio trece (13) de este expediente boleta de notificación del Representante del Ministerio Público, debidamente firmada.
El Tribunal pasa a revisar las actas que conforman este expediente a fin de verificar si existe la perención de la instancia por cuanto esta puede ser declarada de oficio, por lo que observa:
El artículo 7 del Código de Procedimiento Civil, cuyo contenido establece: “Los actos procesales se realizarán en la forma prevista en este Código y en las leyes especiales. Cuando la Ley no señale la forma para la realización de algún acto, serán admitidas todas aquellas que el Juez considere idóneas para lograr los fines del mismo”.
El artículo 267 del Código de Procedimiento Civil regula la Perención de la Instancia y establece: “Toda instancia se extingue por el transcurso de un año sin haberse ejecutado ningún acto de procedimiento por las partes. La inactividad del Juez después de vista la causa, no producirá la perención.
También se extinguirá la Instancia:
1° Cuando transcurridos treinta días a contar desde la fecha de admisión de la demanda, el demandante no hubiere cumplido con las obligaciones que le impone la Ley para que sea practicada la citación del demandado.
2° Cuando transcurridos treinta días a contar desde la fecha de la reforma de la demanda, hecha antes de la citación, el demandante no hubiese cumplido con las obligaciones que le impone la ley para que sea practicada la citación del demandado.
3° Cuando dentro del término de seis meses contados desde la suspensión carácter con que obraba, los interesados no hubieren gestionado la continuación de la causa, ni dado cumplimiento a las obligaciones que la ley les impone para proseguirla.
El artículo 16 del Código de Procedimiento Civil, dispone que para proponer la demanda debe tener el actor interés jurídico. La jurisprudencia del Tribunal Supremo de Justicia se ha orientado a considerar que dicho interés debe conservarse a todo lo largo del proceso. Así la sala Constitucional en sentencia No.1.119 del 25 de Junio de 2001, con ponencia del Magistrado Jesús Enrique Cabrera, caso: Silvio Alterio, ha señalado:
“…Siguiendo la doctrina de la Sala, procede la perención de la instancia cuando tal inactividad ocurre prolongadamente antes de los informes, sin que cause avance, ya que los actos sucesivos que automáticamente y oportunamente debían cumplirse, no se cumple y el proceso queda paralizado, por lo que para continuarlo se requiere el impulso de al menos una de las partes, y la reconstrucción a derecho de la otra.
…Tal inactividad, además, hace presumir que la parte accionante no tiene interés en que se administre la justicia, por lo que existe un decaimiento de la acción. Ello es el reconocimiento de que el accionante ha renunciado, al menos respecto a esa causa, a la tutela judicial efectiva y al derecho de una pronta decisión (Omissis) “
La Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia, con ponencia de la Magistrado Yolanda Jaime de Guerrero, en sentencia No.626 publicada en fecha 29 de Abril de 2003, en el juicio seguido por RUTH DAMARIS MARTINEZ LEZAMA contra el INSTITUTO VENEZOLANO DE LOS SEGUROS SOCIALES, expediente No.14.648, señaló.:
“…Ha sido pacifico y reiterado el criterio conforme al cual la perención de la instancia, constituye un medio de terminación procesal que opera por la inactividad de las partes, es decir, la no realización de actos de procedimiento destinados a mantener en curso el proceso (Omissis)…
Partiendo de la premisa anterior y siendo que la perención de la instancia es declarada de oficio.
En consecuencia, habiendo transcurrido un (01) año y cinco (05) meses, contados a partir de la fecha veintitrés (23) de Septiembre de dos mil ocho (2008), fecha en la cual este Tribunal admitió la presente Solicitud; habiendo transcurrido un lapso superior al año previsto en el articulo 267 del Código de Procedimiento Civil. Por lo expuesto este Tribunal declarará en el dispositivo de la presente decisión la extinción de la instancia por efecto de la perención de la instancia, producto de la inactividad de las partes, desde el día veintitrés (23) de Septiembre de dos mil ocho (2008). ASÍ SE DECIDE.-
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