REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
EN SU NOMBRE:
JUZGADO PRIMERO DE PRIMERA INSTANCIA CIVIL, MERCANTIL Y DEL TRÁNSITO DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO ZULIA
Expediente No. __________
Recibida la anterior demanda de la Oficina de Recepción y Distribución de Documentos del Poder Judicial del Estado Zulia, constante de treinta y cuatro (34) folios útiles, este Juzgado le da entrada, ordena formar expediente y numerarlo.
Procede este Tribunal a pronunciarse sobre la admisión de la presente acción, previas las siguientes consideraciones:
Comparece el ciudadano JOSE AGUSTIN DIAZ NAVA, venezolano, mayor de edad, titular de la cédula de identidad No. 13.005.529, domiciliado en el Municipio Maracaibo del Estado Zulia, actuando con el carácter de Presidente de la empresa mercantil TECNO SERVICIOS JOSE DIAZ, inscrita por ante el Registro Mercantil Primero de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia, en fecha diecinueve (19) de Febrero de 2008, bajo el No. 23, Tomo 1-B, y del mismo domicilio, asistido por la abogada en ejercicio JONDIRA DIAZ, inscrita en el INPREABOGADO bajo el No. 28.991; acompañando a la demanda como fundamento de la pretensión ocho (08) facturas signadas con los Nos. 000014, 000023, 000025, 000029, 000030, 000031, 000034 y 000055.
Asegura la parte actora que las descritas facturas se encuentran totalmente vencidas y que suman la cantidad total de TREINTA Y DOS MIL CIENTO SETENTA Y UN BOLÍVARES FUERTES CON TREINTA Y CINCO CÉNTIMOS (Bs.F. 32.171,35), cantidad ésta que, junto a los intereses moratorios, costas procesales y honorarios profesionales, reclama sea pagada por la parte demandada, sociedad mercantil OCCIDENTAL DE TRANSPORTE C.A., inscrita ante el Registro Mercantil Quinto de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia, en fecha veintitrés (23) de Mayo de 2007, bajo el No 61, Tomo 84-A, domiciliada en ésta Ciudad y Municipio Maracaibo del Estado Zulia. Incoa la demanda por la vía de la intimación y la pretende el pago final de CUARENTA Y DOS MIL SEISCIENTOS CINCUENTA Y DOS BOLÍVARES FUERTES (Bs.F. 42.652,00), más las costas y costos procesales y la respectiva corrección monetaria.
Ahora bien, resulta impretermitible hacer referencia a la decisión pronunciada en fecha veinticinco (25) de Febrero de 2004, por la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia, con ponencia del Magistrado Tulio Álvarez Ledo, en la cual se hizo especial referencia a los instrumentos denominados “facturas”, cuando éstas contengan operaciones distintas a la compra venta de mercancías establecidas en el artículo 147 del Código de Comercio, y el alcance de las mismas en el referido procedimiento de intimación, concluyéndose en la misma que:
“…Con apoyo en el ordinal 2º del artículo 313 del Código de Procedimiento Civil, se denuncia en la recurrida la infracción de los artículos 646 y 648 eiusdem; y, 147 del Código de Comercio, todos por errónea interpretación, con los siguientes argumentos:

“...En ese sentido establecen las mencionadas normas procedimentales la caracterización de los instrumentos fundantes para el decreto de embargo provisional de bienes, prohibición de enajenar y gravar inmuebles o secuestro de bienes determinados en el llamado procedimiento intimatorio...

En el caso que nos ocupa, el juez a-quo examinó los supuestos de procedibilidad a que se refiere (sic) los artículos antes mencionados, este examen comprende necesariamente los instrumentos producidos por mi representada como fundante de la acción, en ese orden de ideas resaltamos lo establecido en el artículo 23 del Código de Procedimiento Civil el cual establece el principio de que si la ley dice que el juez puede o podrá se entiende que lo autoriza para obrar según su prudente arbitrio consultando siempre lo más equitativo o racional, en obsequio de la justicia e imparcialidad.

(... omissis...)

Ahora bien, ante el planteamiento de la recurrida denunciamos la errónea interpretación de los artículos 644 y 646 descrito (sic) al pretender desvirtuar con su planteamiento el espíritu, propósito y razón del supuesto normativo consagrado mediante un planteamiento distinto a lo que corresponde a la interpretación jurídica, la tesis que sustenta el juez de alzada es muy peregrina y efectista pero efectiva pues suspende la medida de embargo decretada.

(…omissis…)

Y es que en el caso concreto el juez de alzada olvidó la razón en cuanto a la naturaleza del contrato y a la relación jurídica material, expresada en el libelo de demanda, se determina una relación mercantil. En nuestra condición de parte demandante hemos cumplido con los parámetros que establece el (sic) artículo 640, 644 y 646 del Código de Procedimiento Civil, referidas a las condiciones de admisibilidad para el procedimiento de intimación y para el decreto de la medida, al presentar nuestra demanda fundada en los instrumentos que acompañamos con nuestro libelo de demanda, en consecuencia de ser los mismos idóneos según lo establecido en dicha disposición adjetiva. En consecuencia, el instrumento privado marcado con la letra “B”, debe ser entendido como un documento negociable contentivo de un contrato mercantil de arrendamiento de los equipos indicados en el libelo de demanda y más aún las facturas identificadas “C y D” deben ser consideradas como facturas aceptadas, resultando válidas y eficaces en materia mercantil. (Resaltado de la Sala).

Para decidir, la Sala observa:

De los fundamentos que apoyan la presente denuncia se evidencia, que el formalizante considera que el sentenciador de alzada interpretó erróneamente los artículos 640, 644 y 646 del Código de Procedimiento Civil, al no considerar al documento marcado “B” como un documento negociable contentivo de un contrato mercantil de arrendamiento de los equipos indicados en el libelo de demanda, y a las facturas identificadas “C y D” como facturas aceptadas, y por tanto válidas y eficaces en materia mercantil.
Y para sustentar la infracción por errónea interpretación de los artículos 644 y 646 del Código de Procedimiento Civil, sostiene que el sentenciador de alzada “olvidó la razón en cuanto a la naturaleza del contrato y la relación jurídica material, expresada en el libelo de la demanda, se determina una relación mercantil”.

En el caso concreto, al apreciar los documentos fundamentales de la presente acción, en la recurrida, luego de transcribir el citado artículo 646, se expresa lo que sigue:

“...De ese imperativo legal surge meridianamente la obligación que tiene esta superioridad en sede cautelar, de analizar los caracteres jurídicos que presentan, tanto el instrumento privado contentivo del contrato de arrendamiento alegado, como de las facturas emanadas del mismo, todos los cuales tienen el carácter de instrumentos fundamento de la acción intentada.

(...omissis...)

La confrontación de las facturas acompañadas al escrito libelar con el texto de ese mismo escrito, evidencia que la parte actora desconoce y no menciona o indica la identificación de la persona natural receptora de dichas facturas, ni su ubicación dentro del esquema organizacional y administrativo de la sociedad mercantil OCCIDENTE WIRE LINE SERVICIOS, C.A., para así demostrar que ella ha tenido el debido conocimiento de las facturas; y además dicho texto es contradictorio, por cuanto hace invocación del artículo 147 del Código de Comercio, para señalar la idoneidad del contenido de las facturas, por no haber efectuado el comprador reclamo alguno, dentro de los ocho días siguientes a su entrega, siendo que en ese escrito la parte actora indica que las facturas por él singularizadas, le fueron presentadas al representante legal de la demandada RICHARD ALFREDO MORALES GONZÁLEZ, en múltiples ocasiones, sin obtener pago alguno, no obstante que entre la fecha del vencimiento de la segunda factura y el día en que fue admitida la demanda, transcurrieron apenas veinticuatro días continuos, que si se le restan a esos veinticuatro días los ocho días laborables a que se contrae el artículo 147 del Código de Comercio, los días en que se hicieron “los múltiples requerimientos extrajudiciales” (sic), se reducen a nueve días laborables, ello siempre y cuando la última factura le hubiese sido presentada a la demandada al día siguiente de la finalización del lapso de vigencia de la prórroga del contrato de arrendamiento alegado, sin hacer mención que los bienes muebles objeto de esa convención les fueron devueltos y el estado que los mismos presentaban, lo que obliga a este tribunal a considerar que esos requerimientos, de existir, no pudieron ser múltiples y que a la parte actora, la mora del deudor arrendatario no le produjo daño, ni perjuicio alguno.

Por otra parte, el contrato de arrendamiento que es el alegado por la parte actora, según nuestro Código Civil, “...es un contrato por el cual una de las partes contratantes se obliga a hacer gozar a la otra de una cosa mueble o inmueble, por cierto tiempo y mediante un precio determinado que ésta se obliga a pagar a aquélla...” (Art. 1.579). Ese precio se puede fijar en dinero o en especie, y es al que corresponden los cánones de arrendamiento, los cuales normalmente se hacen constar en recibos específicos y no en facturas, pero lógicamente tanto en uno, como en otro caso, esos recibos y/o facturas no son contratos principales, sino solutorios, es decir, elaborados en ejecución de un contrato principal, como lo es el del arrendamiento alegado, que no cumple con los extremos exigidos por el artículo 640 del Código de Procedimiento Civil, por cuanto en la ejecución de ese contrato principal, no se persigue el pago de una suma líquida y exigible de dinero o la entrega de cantidad cierta de cosas fungibles o de una cosa mueble determinada; haciéndose más evidente el carácter solutorio de las facturas, si se toma en consideración que las mismas no se originan según el decir de la actora, en un contrato de compra-venta, que es al que se refiere el artículo 147 del Código de Comercio.

Al pretender la parte actora demostrar la cantidad de dinero que alega le adeuda OCCIDENTE WIRE LINE SERVICIOS, C.A, mediante unos instrumentos no aceptados que denomina “facturas”, no hizo otra cosa que promover para su demostración una prueba inconducente.

(...omissis...)

Ausentes en el caso sub-exámine, los requisitos exigidos por el artículo 646 del Código de Procedimiento Civil, para que en sede cautelar se puedan decretar las medidas precautelativas contempladas en dicho precepto; y, careciendo la pretensión contenida en el libelo de la demanda, de los objetivos o fines consagrados en el artículo 640 ejusdem,...

(...omissis...)

Los artículos que se denuncian como infringidos por errónea interpretación, vale decir, 147 del Código de Comercio, 644 y 646 del Código de Procedimiento Civil, son del tenor siguiente:

“...Artículo 147: El comprador tiene derecho a exigir que el vendedor forme y le entregue factura de las mercancías vendidas y que ponga al pie recibo del precio o de la parte de éste que se le hubiere entregado.
No reclamando contra el contenido de la factura dentro de los ocho días siguientes a su entrega, se tendrá por aceptada irrevocablemente...”.

“...Artículo 644: Son pruebas escritas suficientes a los fines indicados en el artículo anterior: los instrumentos públicos, los instrumentos privados, las cartas, misivas, admisibles según el Código Civil, las facturas aceptadas, las letras de cambio, pagarés, cheques y cualesquiera otros documentos negociables...”. (Resaltado de la Sala).

(...omissis...)

Ahora bien, el juzgador superior en la sentencia recurrida expresa que la actora pretendió demostrar la cantidad de dinero que alega le adeuda la empresa demandada con unos instrumentos no aceptados que denomina “facturas”, por lo que consideró que la prueba promovida para demostrar la acreencia que pretende cobrar por vía de intimación era inconducente; y en consecuencia, al no estar cumplidos los requisitos exigidos en el artículo 646 del Código de Procedimiento Civil, declaró la improcedencia del decreto de las medidas precautelativas contempladas en dicho precepto…

En consecuencia, la Sala desecha por improcedente la denuncia de infracción por errónea interpretación de los artículos 640, 644 y 646 del Código de Procedimiento Civil. Así se decide…

(...omissis…)

Ahora bien, el artículo 147 del Código de Comercio se refiere a facturas emitidas por la compraventa de mercancías y no por concepto de cánones de arrendamiento vencidos, como bien lo indica el sentenciador superior en la sentencia impugnada al establecer que las facturas acompañadas con el libelo de la demanda derivan del contrato de arrendamiento, por lo que expresa que las mismas “...no son contratos principales, sino solutorios, es decir, elaborados en ejecución de un contrato principal, como lo es el del arrendamiento alegado...”, haciendo hincapié en que es la misma demandante quien afirma que tales instrumentales se originaron en un contrato distinto al de compraventa de mercancías el cual, como antes se indicó, está regulado por el artículo 147 del Código de Comercio.
De lo expuesto se infiere que, contrariamente a lo que sostiene el formalizante en los argumentos en que apoya esta denuncia, el lapso de ocho días previsto en la norma denunciada como infringida no es aplicable al caso de autos, razón por la cual el juez de la recurrida no debía considerar a las facturas como irrevocablemente aceptadas por la demandada. Así se decide…”

Como consecuencia de todo lo anteriormente transcrito, y de su aplicación al caso sub judice, se evidencia que la presente demanda corresponde a un cobro de bolívares intentado por la vía intimatoria consagrada en el artículo 640 y siguientes del Código de Procedimiento Civil, cuyo documentos fundantes son ocho (08) facturas que según la parte actora fueron emitidas en razón de los servicios prestados por ella, a la sociedad mercantil demandada.
Pues bien, observa esta Juzgadora que el artículo 147 del Código de Comercio ha sido interpretado por la Sala en sentido estricto, cuando hace referencia a que las facturas son emitidas en los casos de compra venta mercantil; empero, de la simple lectura de los instrumentos que la actora postula como fundamento de su pretensión, se razona que se trata de unas facturas donde se involucra – más que simples ventas – la prestación de servicios a cargo del emisor, como ejemplo:
“…FABRICAR ANGULOS LARGUEROS (…) FABRICAR ANGULOS ESQUINEROS (…) REPARACIÓN DE TUBERIA (…) CORTE DE LAMINA (…) REPARAR EXTENSIÓN DE ALERON IZQ. (…) REPARAR Y PINTAR PUERTA DER. (…) REPARAR Y PINTAR ESTRIBOS Y ADAPTADOR (…) CUADRAR CARROCERIA (…) FLETES (TRASLADO)…”

A mayor abundamiento, en el escrito libelar la parte actora no deja dudas respecto al tipo de función que cumple para la demandada, afirmando al respecto que:
“…Mi representada, la empresa mercantil TECNO SERVICIOS JOSE DIAZ, antes identificada, es acreedora de OCHO (08) facturas emitidas por ella misma en Maracaibo del estado Zulia por un monto de BOLIVARES TREINTA Y DOS MIL CIENTO SETENTA Y UNO CON TREINTA Y CINCO CENTIMOS (Bs. 32.171,35) aceptadas para se pagadas en forma inmediata por la empresa mercantil OCCIDENTAL DE TRANSPORTE, C.A. (OTCA), debidamente inscrita por ante el Registro Mercantil Quinto de la Circunscripción judicial del estado Zulia, bajo el numero 61, Tomo 84 A, de fecha 23 de mayo de 2007, y de cuyo documento constitutivo consigno copias simples marcadas “B”; y domiciliada en la calle 167, casa 49-59, sector 24 de julio, de Maracaibo del Estado Zulia, en virtud de relación comercial que mantiene desde hace algún tiempo. Dicha relación consistía en la prestación de servicios de Latonería, pintura, soldaduras en general a los bienes y camiones propiedad de la referida empresa, así como el suministro de materiales para la fabricación de las obras requeridas. Dichas facturas originales y debidamente marcadas…”

(…omissis…)

Se evidencia que no sólo se trata de mercancías suministradas, sino de la prestación de servicios de latonería, pintura, soldaduras en general a los bienes y camiones propiedad de la referida empresa, así como el suministro de materiales para la fabricación de las obras requeridas en el desarrollo de esas actividades, propias de la sociedad mercantil demandada, por lo cual es forzoso asentir que estando en presencia de unas facturas de servicio, ésta involucra una contraprestación, es decir, se infiere que existen – o existieron – obligaciones recíprocas entre ambas partes, lo cual no otorga la plena convicción para esta Jurisdicente, del cumplimiento por parte del actor de su respectiva prestación y que si bien se trata de una obligación líquida, se observa que se ve afectada la cualidad de exigible que impone el legislador resultando como consecuencia el incumplimiento de los extremos exigidos en el artículo 640 de la ley civil adjetiva y en tal virtud no sería aplicable el procedimiento monitorio, y así se declara.
En mérito a los fundamentos precedentemente expuestos, resulta improcedente en derecho el cobro de las referidas facturas a través de la vía intimatoria a la que se contrae el artículo 640 y siguientes del Código de Procedimiento Civil, en consecuencia, este JUZGADO PRIMERO DE PRIMERA INSTANCIA CIVIL, MERCANTIL Y DEL TRÁNSITO DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO ZULIA, declara INADMISIBLE la demanda presentada por el ciudadano JOSE AGUSTIN DIAZ NAVA, actuando con el carácter de Presidente de la empresa mercantil “TECNO SERVICIOS JOSE DIAZ”, contra la sociedad mercantil “OCCIDENTAL DE TRANSPORTE, C.A., (OTCA)” por COBRO DE BOLÍVARES POR INTIMACIÓN, según lo establecido en el artículo 643, ordinal 1°, ejusdem.
REGÍSTRESE Y PUBLÍQUESE. Déjese copia certificada por Secretaría de conformidad con lo dispuesto en el artículo 248 del Código de Procedimiento Civil, en concordancia con lo establecido en el artículo 1.384 del Código Civil y a los fines previstos en los ordinales 3° y 9° del artículo 72 de la Ley Orgánica del Poder Judicial.
Dada, sellada, y firmada, en la Sala de Despacho del Juzgado Primero de Primera Instancia Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia, en Maracaibo, a los __________ ( ) días del mes de Marzo del año dos mil nueve (2009). Años 198° de la Independencia y 150° de la Federación.-
La Juez,
(Fdo.)
Dra. Eileen Lorena Urdaneta Núñez
La Secretaria,
(Fdo.)
Abg. Militza Hernández Cubillán.
En la misma fecha, siendo las ___________, se dictó y publicó la resolución que antecede, previo el cumplimiento de las formalidades de Ley, quedando anotada bajo el No. ________, en el libro correspondiente.- La Secretaria, (fdo.) Quien suscribe, la Secretaria de este Juzgado, Abg. Militza Hernández Cubillán., hace constar que la presente copia es fiel y exacta de su original, correspondiente al fallo dictado en el Exp. No. 44.147. Lo Certifico en Maracaibo a los ______ ( ) días de Marzo de 2009.













ELUN/ramg