S2-181-06
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
EN SU NOMBRE
JUZGADO SUPERIOR SEGUNDO EN LO CIVIL, MERCANTIL Y DEL TRÁNSITO DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO ZULIA
Vista la inhibición planteada por la Dra. Dilcia Molero Reverol, venezolana, mayor de edad, titular de la cédula de identidad Nº: 5.803.906, en su condición de JUEZ SUPLENTE ESPECIAL DEL JUZGADO TERCERO DE PRIMERA INSTANCIA EN LO CIVIL Y MERCANTIL DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO ZULIA, para conocer del juicio que por COBRO DE BOLÍVARES sigue la sociedad mercantil GENERAL TURBINE SISTEMS DE VENEZUELA, S.A. (G.T.S.) contra la sociedad mercantil CONSTRUCCIONES JIMÉNEZ LUZARDO, C.A. (COJILCA), siendo este Tribunal Superior competente para resolver de conformidad con lo dispuesto en el Artículo 47 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, en concordancia con el Artículo 89 del Código de Procedimiento Civil, para decidir efectúa previamente las siguientes argumentaciones:
PRIMERO
La inhibición está hecha en la forma indicada en el artículo 84 del Código de Procedimiento Civil, y fundada en la causal establecida en el ordinal 19º del artículo 82 ejusdem, con expresión de los hechos y fundamentos de derecho que le impiden seguir conociendo de la presente causa, según acta suscrita por la mencionada Juez en fecha tres (3) de julio de 2006, la cual riela en el folio diez (10) y acto este en el cual esa Juez se inhibió, la cual reza así:
(…Omissis…)
En el Despacho de Hoy, Tres (03) de Julio de Dos Mil Seis (2006), (sic) presente en la sala del Tribunal la abogado DILCIA SORENA REVEROL MOLERO, (sic) venezolana, mayor de edad, portadora de la Cédula de Identidad (sic) No. 5.803.906, inscrito en el INPREABOGADO bajo el No. 21.407 y de este domicilio, en mi carácter de Juez Suplente Especial del JUZGADO TERCERO DE PRIMERA INSTANCIA EN LO CIVIL Y MERCANTIL DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO ZULIA, expuso: Por cuanto en fecha Dos (02) de Agosto (sic) del año en curso el abogado en ejercicio JAVIER CARRIZO RINCON, inscrito en el INPREABOGADO bajo el No. 25.929, en la sala del Despacho (sic) de este Juzgado manifestó a viva voz y de manera grosera dudar de la imparcialidad de mi persona sobre las decisiones que han de recaer en el juicio que por COBRO DE BOLÍVARES, que sigue la Sociedad Mercantil “G.T.S., C.A.”, contra la Sociedad Mercantil “CONSTRUCCIONES JIMÉNEZ LUZARDO, C.A”., exigiendo de manera amenazante y pedante que tenían que resolverle en sentencia un Fraude (sic) procesal, cuya Articulación (sic) probatoria terminó hace tres días, y el cual su pieza principal tiene Novecientos Treinta y Un (931) (sic). Además el mencionado abogado, ese mismo día tenía un comportamiento desequilibrado y al salir yo hacia el área donde funcionan los Juzgado Superiores en lo Civil y Mercantil del Estado Zulia, y pasar frente a su persona, me miró de manera amenazante e inmediatamente dicho ciudadano se dirigió a la Secretaria del Tribunal y a las personas que para ese momento se encontraban en la Secretaría del Tribunal manifestó de manera iracunda una serie de improperios en contra de mi persona y la envestidura al cargo que represento; y en el día de hoy, recién comenzado el Despacho (sic) ya el mencionado abogado se encontraba en la sede del tribunal y manifestando nuevamente frente al Alguacil (sic) natural de este Despacho (sic) improperios y ofensas ante mi majestad como persona y Juez Suplente de este Oficio Jurisdiccional, poniendo en duda mi capacidad para decidir sobre la incidencia y de allí mi retardo en la decisión de dictarse en la misma, de conformidad con lo dispuesto en el Ordinal 19 del Artículo 82 del Código de Procedimiento Civil, que reza: “Por agresión, injuria o amenazas entre el recusado y alguno de los de los litigantes, ocurridas dentro de los doce meses presentes al pleito.” Me INHIBO de seguir conociendo de la presente causa que por COBRO DE BOLIVARES, sigue la Sociedad Mercantil “G.T.S., S.A”, debidamente constituida ante el Registro Mercantil Primero de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia, el día 21 de Noviembre de 1984 bajo el No. 19, Tomo 69-A, contra la Sociedad Mercantil “CONSTRUCCIONES JIMÉNEZ LUZARDO, C.A.” (COJILCA), esta Inhibición obra contra la parte demandada. Terminó, se leyó y conformes firman…. (…omissis…).
SEGUNDO
Evidencia este Sentenciador, que la Juez en referencia en su escrito inhibitorio manifiesta de manera expresa, lacónica y precisa haber sido objeto de múltiples improperios causados por parte del abogado JAVIER CARRIZO RINCON, apoderado de la parte demandada, elemento éste, que no obstante ser eminentemente intersubjetivo demuestra de manera fehaciente el cabal cumplimiento de la Juez en cuestión, en lo referente a su deber jurisdiccional que la inhabilita por disposición expresa legal, para conocer del juicio de COBRO DE BOLÍVARES que sigue la sociedad mercantil GENERAL TURBINA SISTEMS DE VENEZUELA, S.A. G.T.S., C.A. contra la sociedad mercantil “CONSTRUCCIONES JIMÉNEZ LUZARDO, C.A., (COJILCA)”, que origina en un funcionario judicial la obligación de inhibirse, compromete su competencia subjetiva para el conocimiento de la respectiva causa, por el hecho de que su decisión dejaría de emitirse con la imparcialidad requerida.
El ilustre procesalista patrio ARMINIO BORJAS, en su obra “Comentarios al Código de Procedimiento Civil”. Editorial Biblioamericana. Tomo I, Pág. 263, expresa:
“La justicia ha de ser siempre obra de un criterio imparcial. Cuando el funcionario encargado de administrarla en un negocio dado, se hace sospechoso de parcialidad por concurrir en su persona algún motivo capaz de inclinar su voluntad a favor o en contra de alguna de las partes, pierde el atributo esencial de los dispensadores de justicia, sufre de incompetencia personal y es inhábil para conocer del negocio o para intervenir en él. Es natural que por motu propio declare el motivo de su inhabilidad y se separe de toda intervención en el asunto… (…Omissis…)”
El artículo 84 del Código de Procedimiento Civil señala:
“El Funcionario Judicial que conozca que en su persona existe alguna causa de recusación, está obligado a declararla, sin aguardar a que se le recuse, a fin de que las partes, dentro de los dos días siguientes manifiesten su allanamiento o contradicción a que siga actuando el impedido…(…Omissis…)”.
Este Juzgador considera que la competencia subjetiva se origina por la ausencia de toda vinculación suya con los sujetos o con el objeto de dicha causa, en íntima correlación con el dispositivo normativo previamente señalado y la opinión doctrinaria antes expuesta.
En consecuencia, se determina de manera expresa que en las actuaciones ya singularizadas, se subsumen las circunstancias de la referida disposición, por tanto, en cumplimiento de su insoslayable deber jurisdiccional manifestó su voluntad de inhibirse de conocer de la presente causa.
En efecto, el dispositivo legal contenido en el artículo 84, ejusdem, señalado anteriormente impone al Juez el deber en que se encuentra de inhibirse del conocimiento de un asunto, cuando sobre su persona exista alguna causal de recusación. Para CUENCA, la inhibición es una abstención voluntaria, en tanto que FEO, la concibe como un deber; la doctrina extranjera, por su parte, la define como una “facultad - deber”.
Sobre este aspecto, sostiene el Dr. Arístides Rengel Romberg que la inhibición “es el acto de separarse voluntariamente del conocimiento de una causa concreta, por encontrarse en una especial posición o vinculación con las partes o con el objeto de ella, prevista por la Ley como causa de recusación.” (Tratado de Derecho Procesal Civil Venezolano, según el nuevo Código de 1.987, Tomo I, Teoría General del Proceso. Organización Gráficas Carriles, C.A. Caracas, 2001).
Igualmente agrega, el Dr. Rengel Romberg, en su obra antes citada que:
(…Omissis…)
“Para que la jurisdicción pueda cumplir la finalidad jurídica y social de la justa composición de la Litis, es indispensable no solamente sacar la controversia del ámbito privado de las partes interesadas, para entregarle a un ente público (Tribunal) que la solucione, sino también asegurarse de que este órgano, extraño a la controversia, sea además imparcial, por no estar interesado en ella, pues así como las partes, por el interés recíproco que hacen valer, no pueden ser los jueces de su propia causa…del mismo modo, el ejercicio de la jurisdicción del Juez, en un caso concreto, debe quedar excluido cuando su imparcialidad se vea comprometida por las especiales relaciones en que se encuentre el Juez con las partes o con el objeto de la controversia concreta que le corresponde decidir… (…omissis…). (Subrayado del Tribunal. Obra citada, Págs.: 407 y 408).
TERCERO
Participa del criterio doctrinal, este Sentenciador, que la inhibición es la abstención voluntaria del Juez en el conocimiento de una causa, originando como consecuente efecto jurídico la separación del litigio a un funcionario jurisdiccional incapacitado legalmente para desempeñarse con la requerida imparcialidad en determinada controversia, de allí que el ilustre procesalista Eduardo Couture, afirma que la inhibición es el género y la recusación es la especie. En el mismo sentido y coincidiendo con el criterio del jurista patrio Ricardo Henríquez La Roche, llega a la convicción este Sentenciador, que la causal invocada (artículo 82, ordinal 19º), forma parte de las vinculaciones que califica la Ley como razones suficientes, fundadas en una presunción iure et de iure, de incompetencia subjetiva que inhabilita al funcionario judicial para intervenir en el pleito derivado del prejuzgamiento expresamente declarado por la Juez inhibida, quedando demostrada en consecuencia, la existencia de la causal de inhibición planteada por la referida JUEZ TERCERO DE PRIMERA INSTANCIA EN LO CIVIL Y MERCANTIL DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO ZULIA, motivo por el cual este TRIBUNAL SUPERIOR SEGUNDO EN LO CIVIL, MERCANTIL Y DEL TRÁNSITO DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO ZULIA, de conformidad con lo establecido en el artículo 88 del Código de Procedimiento Civil debe declarar CON LUGAR la inhibición propuesta. ASÍ SE DECIDE.
DISPOSITIVO
Por los fundamentos expuestos este JUZGADO SUPERIOR SEGUNDO EN LO CIVIL, MERCANTIL Y DEL TRÁNSITO DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO ZULIA, en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la Ley en el juicio de COBRO DE BOLÍVARES que sigue la sociedad mercantil GENERAL TURBINE SISTEMS DE VENEZUELA, S.A. (G.T.S.) contra la sociedad mercantil CONSTRUCCIONES JIMÉNEZ LUZARDO, C.A. (COJILCA), declara CON LUGAR la INHIBICIÓN para conocer del mismo, planteada por la Dra. Dilcia Molero Reverol, en su condición de JUEZ SUPLENTE ESPECIAL DEL JUZGADO TERCERO DE PRIMERA INSTANCIA EN LO CIVIL Y MERCANTIL DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO ZULIA.
Publíquese la presente sentencia. Expídase por secretaria copia certificada y déjese en este Tribunal.
Dada, firmada y sellada en la Sala de despacho del JUZGADO SUPERIOR SEGUNDO EN LO CIVIL Y MERCANTIL DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO ZULIA, en Maracaibo a los quince (15) días del mes de noviembre de dos mil seis (2006). Años 196º de la Independencia y 147º de la Federación.
EL JUEZ SUPERIOR TITULAR,
DR. EDISON EDGAR VILLALOBOS ACOSTA
LA SECRETARIA TEMPORAL
ABOG. ANY GAVIDIA PEREIRA
En la misma fecha siendo las tres y quince minutos de la tarde (3:15.p.m.), se dictó y se publicó el fallo anterior.
LA SECRETARIA TEMPORAL
ABOG. ANY GAVIDIA PEREIRA
EEVA/ag/nr.
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