República Bolivariana de Venezuela
En su Nombre
Tribunal de Protección del Niño y del Adolescente de la
Circunscripción Judicial del Estado Zulia
Sala de Juicio – Juez Unipersonal No. 1

PARTE NARRATIVA

Consta en autos Juicio de INQUISICIÓN DE PATERNIDAD incoado por la ciudadana MARIA LAURA CONTRERAS DIAZ, venezolana, mayor de edad, portadora de la cédula de identidad No- 16.720.212, domiciliada en la Ciudad y Municipio Maracaibo del Estado Zulia, asistida por la Abogado LIZ BEATRIZ GODOY QUINTERO, en su carácter de Defensora Pública Cuadragésima Segunda, designada para el Sistema de Protección del Niño y del Adolescente; en contra del ciudadano ARGENIS RAMON CALDERA LOAIZA, venezolano, mayor de edad, portador de la cédula de identidad No.13.985.231, en beneficio de su hijo SAMUEL DAVID CONTRERAS DIAZ.

A esta solicitud se le dió entrada en fecha 04 de Febrero de 2.005, ordenándose formar expediente y numerarlo con el No. 06171, asimismo se ordenó citar al ciudadano ARGENIS RAMON CALDERA LOAIZA, para que compareciera por ante este Tribunal dentro de los cinco (05) días siguientes a su citación, más cinco (05) días que se le concedían como termino de la distancia contados a partir de la constancia en actas de su citación, con el objeto de dar contestación a la demanda. Asimismo se ordenó oficiar al Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (I.V.I.C). Igualmente se ordeno notificar al Fiscal Especializado del Ministerio Público de la iniciación del referido procedimiento. Del mismo modo se ordeno librar Edicto a los fines de su publicación en el diario de mayor circulación de la localidad. Y se Exhorto al Juzgado de Protección de4l Niño y del Adolescente del Ara Metropolitana de Caracas a fin de que practicaran la citación del ciudadano demandado.

En la misma fecha se libro boleta de citación, boleta de notificación, Edicto, y se oficio bajo los No.337 y 338, dirigidos al Director del Instituto de Investigaciones Científicas (I.V.I.C) y al Tribunal de Protección del Niño y del Adolescente de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, respectivamente.

En fecha 21 de Abril de 2005, se recibió por ante este Juzgado oficio distinguido con el No.3961-4378, de fecha 29 de Marzo de 2005, emanado de la Sala de Juicio No.03 del Tribunal de Protección del Niño y del Adolescente del Área Metropolitana de Caracas, adjunto al exhorto por cuanto no se pudo practicar la citación del demandado de autos.

En fecha 30 de Mayo de 2005, mediante diligencia la ciudadana MARIA LAURA CONTRERAS, asistida por la Abogado LIZ BEATRIZ GODOY QUINTERO, en su carácter de Defensora Pública Cuadragésima Segunda, designada para el Sistema de Protección del Niño y del Adolescente, consigno el periódico donde aparece publicado el Edicto, e igualmente solicito al Tribunal se librara cartel de citación.

En auto de fecha 31 de Mayo de 2005 el Tribunal ordeno agregar a las actas del presente expediente el cuerpo del periódico donde aparece publicado el edicto, y asimismo ordeno citar por carteles al ciudadano ARGENIS RAMON CALDERA LOAIZA.

En la misma fecha se libro cartel de citación.

En fecha 02 de Junio de 2005, mediante diligencia la ciudadana MARIA LAURA CONTRERAS, asistida por la Abogado LIZ BEATRIZ GODOY QUINTERO, en su carácter de Defensora Pública Cuadragésima Segunda, designada para el Sistema de Protección del Niño y del Adolescente, consigno sobre cerrado, emanado del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (I.V.I.C), contentivo de oficio signado con el No.1387, dando respuesta al oficio emitido por este Despacho a ellos en fecha 04 de Febrero de 2005.

A partir del 31 de Mayo de 2005, quedó paralizado el proceso por falta de impulso procesal de la parte demandante de este proceso, ciudadana MARIA LAURA CONTRERAS.
Con esos antecedentes, este Órgano Jurisdiccional pasa a decidir con las siguientes consideraciones:

PARTE MOTIVA

I

Examinadas las actas procesales, observa este Tribunal que el proceso está paralizado desde el día 31 de Mayo de 2005; discurriendo el tiempo desde entonces sin ningún acto de procedimiento que movilice la relación jurídica procesal con el fin de alcanzar el acto jurisdiccional por excelencia, que es la sentencia definitiva como medio normal de terminación del proceso.

A tal efecto, el artículo 267 del Código de Procedimiento Civil, dispone:

“Toda instancia se extingue por el transcurso de un año sin haberse ejecutado ningún acto de procedimiento por las partes”.


De la lectura de este artículo se pude interpretar que toda instancia se extingue por el transcurso de un (01) año sin haberse ejecutado ningún acto de procedimiento de impulso procesal por las partes.

El efecto de la Perención es la extinción del proceso, por lo que ella no ataca a la acción, y las decisiones que produzcan efectos y las pruebas que resulten de los autos, continuaran teniendo plena validez. Simplemente, la Perención finaliza el proceso, el cual no continuará adelante a partir de la declaratoria de la misma.

El autor argentino Hugo Alsina, explica de forma espléndida la figura de la perención, en su obra titulada Tratado Teórico Práctico de Derecho Procesal Civil y Comercial, segunda edición, IV Tomo, Juicio Ordinario, Ediar Soc. Anon. Editores, Buenos Aires, Argentina, 1961, Pag. 423 a 425, de la siguiente manera:

“1) Concepto.
El interés público exige que los procesos no permanezcan paralizados indefinidamente; no sólo porque la subsistencia de la litis es contraria al restablecimiento del orden jurídico, sino porque la relación procesal también comprende al órgano jurisdiccional, y esa vinculación no puede quedar supeditada en el tiempo al arbitrio de las partes, a quienes en materia civil corresponde el impulso del procedimiento.
Por eso, así como la prescripción se funda en una presunción de abandono del derecho, la inactividad de las partes importa una presunción de abandono de la instancia. El proceso se extingue, entonces, por el sólo transcurso del tiempo cuando los litigantes no instan su prosecución dentro de los plazos establecidos por la ley. Este modo anormal de extinción se designa con el nombre de perención o caducidad de la instancia, (de perimere, destruir, anular; instancia, impulso, obrar en juicio) y está reglamentado por la ley No. 14.191.
Anteriormente se consideraba a la perención como una pena al litigante negligente, pero hoy se admite que cuando las partes dejan paralizado el proceso por un tiempo prolongado, es porque no tienen interés en su prosecución y que desisten tácitamente de la instancia, lo que autoriza al Estado a librar a sus propios órganos de todas las obligaciones derivadas de la existencia de una relación procesal”.


Es decir, que la perención se basa en una condición objetiva, que consiste en el transcurso de un año de inactividad por las partes. Es así como se refleja la intención del legislador, de evitar que los juicios se prolonguen indefinidamente en el tiempo, como también de librar a los Tribunales del deber de dictar nuevas providencias en casos presuntamente abandonados por los litigantes.

En tal sentido, la Perención tiene lugar cuando el proceso se encuentra paralizado y las partes o no están o han dejado de estar a derecho; tratándose de una relación procesal que no se formó, o que constituido no se llegó a su término final; razón por la cual el comienzo de la paralización es el objetivo principal para que se efectué la Perención y el tiempo que ella dure será el plazo para que se extinga la instancia.

Lo cual conlleva a que el proceso perima y se extinga la instancia por caducidad procesal, habida cuenta que las partes abandonaron la actividad procesal y con ello hicieron cesar el conflicto de intereses, toda vez que los juicios como enfermedad social, deben ser resueltos por la Jurisdicción en su función pública para establecer la Paz con Justicia; mas entonces, al abandonar el mismo las partes, hacen cesar el conflicto en su propia voluntad por autocomposición procesal.
II

Ahora bien, en este orden de ideas explica el jurisconsulto Hernando Devis Echandìa, en su obra Nociones Generales del Derecho Procesal Civil, Capítulo XIX, Teoría de los Actos Procesales:
“…los actos procesales son simplemente actos jurídicos en relación con el proceso; esto es, actos emanados de la voluntad de su autor y de importancia jurídica, inmediata para el proceso; son actos que emanan de la voluntad humana y que tienden a producir un efecto en la realidad jurídica procesal, es decir, en la constitución, conservación, desarrollo, modificación o extinción de una relación procesal.

Pero debe existir una relación inmediata y directa entre el acto y el proceso, porque hay actos jurídicos que pueden servir para el proceso, y sin embargo no son actos procesales, tales como el poder que se otorga a un abogado para demandar u oponerse a una demanda; como el contrato que sirve de título ejecutivo, como la violación del derecho ajeno que produce el litigio y la necesidad del juicio, o como el pago que puede ser alegado para demostrar la falta de derecho en el actor, etc…”

En el caso que nos ocupa se puede observar del estudio detallado y minucioso de las actas que conforman el presente expediente que desde la fecha de 31 de Mayo de 2005, ha transcurrido más de un (01) año sin que ninguna de las partes realizara algún acto de procedimiento o de impulso procesal; es por lo que el presente caso se subsume dentro de los parámetros del contenido del artículo up supra, adicionalmente una vez paralizada la causa y transcurrido el término para que quede extinguida la instancia, conlleva a el Juez a que de oficio o bien a instancia de parte, sea declarada la Perención de la Instancia; y así se declara.
PARTE DISPOSITIVA
D E C I S I Ó N


Por los fundamentos expuestos, este Tribunal de Protección del Niño y del Adolescente de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia, Sala de Juicio – Juez Unipersonal No. 1, administrando justicia en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la Ley, declara:

1. PERIMIDA LA INSTANCIA en el presente Juicio de INQUISICIÓN DE PATERNIDAD incoado por la ciudadana MARIA LAURA CONTRERAS, portadora de la cédula de identidad No- 16.720.212, en contra del ciudadano ARGENIS RAMON CALDERA LOAIZA, en beneficio de su hijo SAMUEL DAVID CONTRERAS DIAZ.

No hay costas de conformidad con el artículo 283 del Código de Procedimiento Civil.

Publíquese, regístrese, notifíquese solamente a la parte actora. Déjese copia certificada por Secretaría.

Dada, firmada y sellada en la Sala 1 del Despacho del Tribunal de Protección del Niño y del Adolescente de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia, en Maracaibo, a los 31 días del mes de Julio de dos mil Seis. 196º de la Independencia y 147º de la Federación.
El Juez Unipersonal N° 1.

Dr. Héctor Peñaranda Quintero
La Secretaria

Abog. Angélica Barrios.

En la misma fecha, siendo las nueve y cincuenta minutos de la mañana, previo el anuncio de ley a las puertas del despacho, se dictó y publicó la anterior sentencia, bajo el No._________. La Secretaria.

Exp. No: 06171.
HPQ/ mlf.-


República Bolivariana de Venezuela
En su Nombre
Tribunal de Protección del Niño y del Adolescente de la
Circunscripción Judicial del Estado Zulia
Sala de Juicio – Juez Unipersonal No. 1

PARTE NARRATIVA

Consta en autos Juicio de INQUISICIÓN DE PATERNIDAD incoado por la ciudadana MARIA LAURA CONTRERAS DIAZ, venezolana, mayor de edad, portadora de la cédula de identidad No- 16.720.212, domiciliada en la Ciudad y Municipio Maracaibo del Estado Zulia, asistida por la Abogado LIZ BEATRIZ GODOY QUINTERO, en su carácter de Defensora Pública Cuadragésima Segunda, designada para el Sistema de Protección del Niño y del Adolescente; en contra del ciudadano ARGENIS RAMON CALDERA LOAIZA, venezolano, mayor de edad, portador de la cédula de identidad No.13.985.231, en beneficio de su hijo SAMUEL DAVID CONTRERAS DIAZ.

A esta solicitud se le dió entrada en fecha 04 de Febrero de 2.005, ordenándose formar expediente y numerarlo con el No. 06171, asimismo se ordenó citar al ciudadano ARGENIS RAMON CALDERA LOAIZA, para que compareciera por ante este Tribunal dentro de los cinco (05) días siguientes a su citación, más cinco (05) días que se le concedían como termino de la distancia contados a partir de la constancia en actas de su citación, con el objeto de dar contestación a la demanda. Asimismo se ordenó oficiar al Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (I.V.I.C). Igualmente se ordeno notificar al Fiscal Especializado del Ministerio Público de la iniciación del referido procedimiento. Del mismo modo se ordeno librar Edicto a los fines de su publicación en el diario de mayor circulación de la localidad. Y se Exhorto al Juzgado de Protección de4l Niño y del Adolescente del Ara Metropolitana de Caracas a fin de que practicaran la citación del ciudadano demandado.

En la misma fecha se libro boleta de citación, boleta de notificación, Edicto, y se oficio bajo los No.337 y 338, dirigidos al Director del Instituto de Investigaciones Científicas (I.V.I.C) y al Tribunal de Protección del Niño y del Adolescente de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, respectivamente.

En fecha 21 de Abril de 2005, se recibió por ante este Juzgado oficio distinguido con el No.3961-4378, de fecha 29 de Marzo de 2005, emanado de la Sala de Juicio No.03 del Tribunal de Protección del Niño y del Adolescente del Área Metropolitana de Caracas, adjunto al exhorto por cuanto no se pudo practicar la citación del demandado de autos.

En fecha 30 de Mayo de 2005, mediante diligencia la ciudadana MARIA LAURA CONTRERAS, asistida por la Abogado LIZ BEATRIZ GODOY QUINTERO, en su carácter de Defensora Pública Cuadragésima Segunda, designada para el Sistema de Protección del Niño y del Adolescente, consigno el periódico donde aparece publicado el Edicto, e igualmente solicito al Tribunal se librara cartel de citación.

En auto de fecha 31 de Mayo de 2005 el Tribunal ordeno agregar a las actas del presente expediente el cuerpo del periódico donde aparece publicado el edicto, y asimismo ordeno citar por carteles al ciudadano ARGENIS RAMON CALDERA LOAIZA.

En la misma fecha se libro cartel de citación.

En fecha 02 de Junio de 2005, mediante diligencia la ciudadana MARIA LAURA CONTRERAS, asistida por la Abogado LIZ BEATRIZ GODOY QUINTERO, en su carácter de Defensora Pública Cuadragésima Segunda, designada para el Sistema de Protección del Niño y del Adolescente, consigno sobre cerrado, emanado del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (I.V.I.C), contentivo de oficio signado con el No.1387, dando respuesta al oficio emitido por este Despacho a ellos en fecha 04 de Febrero de 2005.

A partir del 31 de Mayo de 2005, quedó paralizado el proceso por falta de impulso procesal de la parte demandante de este proceso, ciudadana MARIA LAURA CONTRERAS.
Con esos antecedentes, este Órgano Jurisdiccional pasa a decidir con las siguientes consideraciones:

PARTE MOTIVA

I

Examinadas las actas procesales, observa este Tribunal que el proceso está paralizado desde el día 31 de Mayo de 2005; discurriendo el tiempo desde entonces sin ningún acto de procedimiento que movilice la relación jurídica procesal con el fin de alcanzar el acto jurisdiccional por excelencia, que es la sentencia definitiva como medio normal de terminación del proceso.

A tal efecto, el artículo 267 del Código de Procedimiento Civil, dispone:

“Toda instancia se extingue por el transcurso de un año sin haberse ejecutado ningún acto de procedimiento por las partes”.


De la lectura de este artículo se pude interpretar que toda instancia se extingue por el transcurso de un (01) año sin haberse ejecutado ningún acto de procedimiento de impulso procesal por las partes.

El efecto de la Perención es la extinción del proceso, por lo que ella no ataca a la acción, y las decisiones que produzcan efectos y las pruebas que resulten de los autos, continuaran teniendo plena validez. Simplemente, la Perención finaliza el proceso, el cual no continuará adelante a partir de la declaratoria de la misma.

El autor argentino Hugo Alsina, explica de forma espléndida la figura de la perención, en su obra titulada Tratado Teórico Práctico de Derecho Procesal Civil y Comercial, segunda edición, IV Tomo, Juicio Ordinario, Ediar Soc. Anon. Editores, Buenos Aires, Argentina, 1961, Pag. 423 a 425, de la siguiente manera:

“1) Concepto.
El interés público exige que los procesos no permanezcan paralizados indefinidamente; no sólo porque la subsistencia de la litis es contraria al restablecimiento del orden jurídico, sino porque la relación procesal también comprende al órgano jurisdiccional, y esa vinculación no puede quedar supeditada en el tiempo al arbitrio de las partes, a quienes en materia civil corresponde el impulso del procedimiento.
Por eso, así como la prescripción se funda en una presunción de abandono del derecho, la inactividad de las partes importa una presunción de abandono de la instancia. El proceso se extingue, entonces, por el sólo transcurso del tiempo cuando los litigantes no instan su prosecución dentro de los plazos establecidos por la ley. Este modo anormal de extinción se designa con el nombre de perención o caducidad de la instancia, (de perimere, destruir, anular; instancia, impulso, obrar en juicio) y está reglamentado por la ley No. 14.191.
Anteriormente se consideraba a la perención como una pena al litigante negligente, pero hoy se admite que cuando las partes dejan paralizado el proceso por un tiempo prolongado, es porque no tienen interés en su prosecución y que desisten tácitamente de la instancia, lo que autoriza al Estado a librar a sus propios órganos de todas las obligaciones derivadas de la existencia de una relación procesal”.


Es decir, que la perención se basa en una condición objetiva, que consiste en el transcurso de un año de inactividad por las partes. Es así como se refleja la intención del legislador, de evitar que los juicios se prolonguen indefinidamente en el tiempo, como también de librar a los Tribunales del deber de dictar nuevas providencias en casos presuntamente abandonados por los litigantes.

En tal sentido, la Perención tiene lugar cuando el proceso se encuentra paralizado y las partes o no están o han dejado de estar a derecho; tratándose de una relación procesal que no se formó, o que constituido no se llegó a su término final; razón por la cual el comienzo de la paralización es el objetivo principal para que se efectué la Perención y el tiempo que ella dure será el plazo para que se extinga la instancia.

Lo cual conlleva a que el proceso perima y se extinga la instancia por caducidad procesal, habida cuenta que las partes abandonaron la actividad procesal y con ello hicieron cesar el conflicto de intereses, toda vez que los juicios como enfermedad social, deben ser resueltos por la Jurisdicción en su función pública para establecer la Paz con Justicia; mas entonces, al abandonar el mismo las partes, hacen cesar el conflicto en su propia voluntad por autocomposición procesal.
II

Ahora bien, en este orden de ideas explica el jurisconsulto Hernando Devis Echandìa, en su obra Nociones Generales del Derecho Procesal Civil, Capítulo XIX, Teoría de los Actos Procesales:
“…los actos procesales son simplemente actos jurídicos en relación con el proceso; esto es, actos emanados de la voluntad de su autor y de importancia jurídica, inmediata para el proceso; son actos que emanan de la voluntad humana y que tienden a producir un efecto en la realidad jurídica procesal, es decir, en la constitución, conservación, desarrollo, modificación o extinción de una relación procesal.

Pero debe existir una relación inmediata y directa entre el acto y el proceso, porque hay actos jurídicos que pueden servir para el proceso, y sin embargo no son actos procesales, tales como el poder que se otorga a un abogado para demandar u oponerse a una demanda; como el contrato que sirve de título ejecutivo, como la violación del derecho ajeno que produce el litigio y la necesidad del juicio, o como el pago que puede ser alegado para demostrar la falta de derecho en el actor, etc…”

En el caso que nos ocupa se puede observar del estudio detallado y minucioso de las actas que conforman el presente expediente que desde la fecha de 31 de Mayo de 2005, ha transcurrido más de un (01) año sin que ninguna de las partes realizara algún acto de procedimiento o de impulso procesal; es por lo que el presente caso se subsume dentro de los parámetros del contenido del artículo up supra, adicionalmente una vez paralizada la causa y transcurrido el término para que quede extinguida la instancia, conlleva a el Juez a que de oficio o bien a instancia de parte, sea declarada la Perención de la Instancia; y así se declara.
PARTE DISPOSITIVA
D E C I S I Ó N


Por los fundamentos expuestos, este Tribunal de Protección del Niño y del Adolescente de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia, Sala de Juicio – Juez Unipersonal No. 1, administrando justicia en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la Ley, declara:

1. PERIMIDA LA INSTANCIA en el presente Juicio de INQUISICIÓN DE PATERNIDAD incoado por la ciudadana MARIA LAURA CONTRERAS, portadora de la cédula de identidad No- 16.720.212, en contra del ciudadano ARGENIS RAMON CALDERA LOAIZA, en beneficio de su hijo SAMUEL DAVID CONTRERAS DIAZ.

No hay costas de conformidad con el artículo 283 del Código de Procedimiento Civil.

Publíquese, regístrese, notifíquese solamente a la parte actora. Déjese copia certificada por Secretaría.

Dada, firmada y sellada en la Sala 1 del Despacho del Tribunal de Protección del Niño y del Adolescente de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia, en Maracaibo, a los 31 días del mes de Julio de dos mil Seis. 196º de la Independencia y 147º de la Federación.
El Juez Unipersonal N° 1.

Dr. Héctor Peñaranda Quintero
La Secretaria

Abog. Angélica Barrios.

En la misma fecha, siendo las nueve y cincuenta minutos de la mañana, previo el anuncio de ley a las puertas del despacho, se dictó y publicó la anterior sentencia, bajo el No._________. La Secretaria.

Exp. No: 06171.
HPQ/ mlf.-